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España España · Barcelona
Voto de Hector:
10
Drama Jallel es un inmigrante tunecino que llega a Francia buscando mejores condiciones de vida. Pronto conoce a otros que, como él, sueñan con encontrar allí la igualdad, libertad y fraternidad de la que habló Voltaire. Le espera una vida nueva con personas diversas, nuevas experiencias, alegrías y decepciones. (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me hace llorar lo que logra conseguir Abdellatif Kechiche en este film. Este era el último film de este magnífico director pendiente de ver, y a la vez su ópera prima.

Un punto de partida, apoyado en los problemas a los que se enfrenta un inmigrante árabe tras su llegada a Francia, país que se arroga asimismo el emblema de la libertad, permite al director adentrarse en el interior de unos personajes que viven con dificultad la esperanza de una difícil acogida y regulación de su situación. Si bien las primeras secuencias presentan los derechos y cuidados que en primer término ofrece el país de acogida francés, pronto Abdellatif se distancia de esta problemática, para adentrarse en la intimidad de unos personajes sin destino ni arraigo social, pero con una enorme pulsión vital, que en cualquier caso pasa por encima de su complicada situación personal. De este modo el director nos habla de la honestidad, el amor, la bondad y la alegría que respira en su corazón y que les redime frente a su penuria.

Su estilo de realización combina la cámara en mano que transmite una sensación de realismo a veces casi documental, con primeros planos encuadrados para lograr penetrar en el personaje y transmitir emoción. Este estilo de realización suyo, sin ningún exceso en la producción, es único en la fuerza dramática y vital que es capaz de arrebatar a sus personajes. En este sentido la dirección de actores es exquisita logrando extraer en cada mirada, cada rostro, y cada expresión una extrema naturalidad, al mismo tiempo que un hondo retrato humano. Me sorprende siempre en sus films, cómo actores teóricamente desconocidos pueden llegar a dar tanta fuerza dramática a una escena. Espléndidos todos ellos en su naturalidad, su energía vital y su capacidad de transmitir emociones. Ya quisieran los directores americanos lograr ese resultado con sus "estudiados" actores de academia, sin desmerecer su indiscutible profesionalidad en un cine de conceptos de producción y realización diametralmente opuestos al cine francés.

Lo magnífico del film son todos los momentos y detalles que ofrece al espectador en la relación entre sus personajes; momentos de ternura, de pasión, de bondad mostrados con la crudeza de su entorno y condición , pero en todo caso arrebatadores en su capacidad de emocionar; momentos en los que a veces surge un brote humor, en algunos casos de tinte sencillo y cotidiano, y en otros cargado de cierta acritud, pero que sorprenden, hacen reír y emocionan al mismo tiempo. Abdellatif nos presenta de este modo, a unos personajes excluidos y limitados por su nivel social y cultural, pero como contrapunto capaces de mostrar una generosidad, un sentido de la amistad y una bondad excepcional en algunas situaciones.

El guión es espléndido en este sentido, aunque quizás su hilo conductor no sea lo debidamente compacto, ni en su desarrollo, ni en la historia de fondo. Pero es lo de menos. El resultado es mi opinión, una obra maestra, dentro de este estilo de cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hector
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