En una sociedad extraña, en la que se nos muestra una Corea prácticamente abandonada, con gente con poquísimos recursos para sobrevivir. Cuatro jóvenes un poco desesperados deciden robar un casino clandestino de la mafia,  con la idea de escapar a una isla idílica y comenzar una nueva vida. A pesar de no tener mucha experiencia el robo sale bien. Pero con lo que no contaban es que un despiadado asesino es enviado para buscarlos.

El criminal experimentado los encuentra rápidamente por errores que cometen estos novatos, algo que no le satisface y les da una segunda oportunidad para hacer la "caza" más interesante para él.

Lo curioso del guion es mostrarnos esta cacería en este mundo distópico y el director hábilmente en su segunda película Yoon Sung-hyun nos mete de lleno en esta historia que ya hemos visto en innumerables ocasiones. Hay buenas escenas de acción y tiroteos, ya que conseguir armas de asalto no les supone mucho problema. Algo curioso porque en las películas coreanas los enfrentamientos se producen con armas blancas o palos ante la dificultad de conseguir armas de fuego.

El destino de los jóvenes se volverá cada vez más complicado y la tensión ira en aumento en esta película que a pesar de sus fallos resulta de los más entretenida. Puede verse a través de la plataforma Netflix.
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