Tetsuya Nakashima es un director japones bastante solvente "Confessions" o "El mundo de Kanako" son buena prueba de ello, en esta ocasión escribe un guion junto a Hideto Iwai, basandose en la novela de Ichi Sawamura.

Con tintes de terror y con una narrativa un poco farragosa en donde no faltan chamanes, embrujos y exorcismos, nos cuenta una historia desde tres puntos de vista lo que hace que  la película tenga una cierta complejidad para entenderse bien lo que está sucediendo, ya que hay veces que se va mucho por las ramas.

Hideki es un empleado que se acaba de casar con Kana, una joven que quiere tener un bebé lo antes posible. Pronto se quedará embarazada y la pareja parece que tienen mucha felicidad por delante. Cuando nace su hija Chisa, las cosas parecen ir muy bien en el matrimonio y los dos se dedican completamente al cuidado de la niña. Pero unos misteriosos embrujos comienzan a destruir a la familia...

El estilo visual es bueno y continuas sorpresas hacen que la película en ciertos momentos sea brillante, pero en otros decae en un aburrimiento absoluto, algo que con un ritmo más ágil, un guion más solido y una exposición de los hechos más clara hubiera mejorado mucho.
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