Drama interesante y adulto que parte de una buena idea pero que en varios momentos tira de efectivismo a lo "Hollywood" y le hace perder algo de fuelle.
Imágenes espectaculares del mar, del faro, de la vida en la isla. Bonitas e impactantes. Pero no son especialmente artísticas. Su mérito reside en el hecho de captar la naturaleza y su belleza con respeto y sin ningún aditivo.
Buena mano para conjugar el drama familiar intimista y adulto con la emotividad y la lágrima relativamente fácil. Sale un producto bien construido y bien proporcionado: mitad calidad, mitad cine comercial.

El guión es interesante. Y razonablemente creíble. Es imposible no empatizar con las dos caras de ésta historia y su desarrollo entre la locura y el delito. El desenlace hace que la tragedia sobrevuele la película hasta llegar a un final lacrimógeno y que, aunque ya visto en otros films, aquí consiguen que parezca novedoso.

La dirección es buena, profesional, distanciada de la historia. Lo cual se agradece, si no nos arriesgamos a caer en el drama simplón. Al alternar la historia con las imágenes costumbristas o de la furia de la naturaleza consiguen liberar tensión en el espectador por las diferentes desgracias. Igualmente suplen el déficit de "acción". Por último,
les da más crudeza al ambiente en el que viven y, de esta manera, puedes comprender la desesperación de sus actos.

Buena descripción sicológica de los personajes. Se presentan con seriedad y eficaz. Son creíbles dentro de lo exagerado de la situación y del entorno.

Actores. Están todos muy bien. La seriedad y honestidad de Fassbender, el dolor y la locura de Vikander, la tristeza y desesperación de Weisz. Un buen trabajo.

Ambientación muy cuidada. Trajes, coches, útiles, ropas... te transportan a los años 20 del siglo pasado.