Entretenido thriller setentero sobre una ¿supuesta? suplantación de personalidad a un directivo de una empresa cuya tecnología puede interesar a los rusos de la guerra fría.

Con un planteamiento creíble e interesante arranca este entretenido film que "extiende" la historia corta de Hitchcock "El caso del señor Pelhalm" y la adapta a una historia de espionaje industrial con tintes de guerra fría.

La historia interesa y pese al paso del tiempo se deja ver con interés porque:
- Moore actúa sorprendentemente bien --aunque siga en su cliché de seductor y hombre de acción-- y el resto de elenco actúa de forma muy profesional.
- Ofrece el retrato de la época con sus miedos (guerra fría), coches, modas, ye-yés, sicoanálisis (por el que pasará el protagonista en algún momento) y psicodelia (la cual se nota en varias imágenes, sobre todo en su desenlace). La hacen interesante y entrañable a la vez.
- Está aceptablemente bien dirigida; aunque se hace un pelín repetitiva porque los mismos sucesos con ligeras variaciones se ven varias veces.
- Se entreve la lucha entre la vida cotidiana y aburrida frente a la aventura y al gusto por romper con lo establecido. Sin embargo no se le saca, en mi opinión, toda la enjundia que tiene este hecho.

El final, aunque indudablemente estético y con mucho significado, chirría con el resto del film. Lo veo algo forzado