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Voto de richardblaine:
9
Drama Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin ... [+]
11 de abril de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre que acabo viendo una película del señor Eastwood me quedo pensativo cuando llegan los créditos finales. Sé que no he visto a lo mejor una película redonda, perfecta, pero joer! cómo me ha gustado!! Y es que es verdad, esta película o te puede gustar o te puede parecer simplista, pero por favor!! no te deja indiferente. Y ese es Clint, o disparas o mueres.

Me la recomendó alguien especial (con ella 8 personas) y por fin hoy me he tragado mis prejuicios cinéfilos (que me acabarán llevando por el camino de la amargura), y he visto la peli. Y vaya... no sabéis cuánto me ha gustado. No sé si será una película redonda o perfecta, eso se lo dejo a los que entienden de verdad, yo de lo que quiero hablar es de las emociones. Sólo Clint sabe apuntar sin pistola de esa forma, no me extraña que haciendo de William Munny en "Sin perdón" liara la que lió en aquel salón del medio oeste. Sí amigos, sólo Clint sabe mirar de esa forma y gruñir de esa forma, si te cruzas con él te vas a meter en líos. Sólo Clint sabe presentarte un personaje tan oscuro con el que te lo pasas bien. Con el que sabes que se acerca a un final en ningún momento deseado pero irremediable porque quieres más de Waltz Kowalski, quieres más de ese abuelo cascarrabias que cree saber tanto de la vida y la muerte (a su manera de tipo duro) que al final hace lo que tiene que hacer, salvando a todos pero sobre todo a él mismo.

No sé amigos, con esta peli te ríes cuando te tienes que reir, te entristeces cuando te tienes que entristecer, pero al final se te han pasado casi las dos horas que dura y quieres más, no quieres que termine, quieres saber cómo sigue la historia de ese Gran Torino tan personal, tan tipo duro, tan radical y agresivo, que quien lo posee, se siente tan seguro de sí mismo que al final sabes por qué eres quien eres. Y por qué eres como eres. Y ese es Clint. Un fuera de serie que aunque no te fíes, jamás te defrauda.
richardblaine
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