Es indiscutible que One Piece siempre será el gran Shonen de todos los tiempos, pero este anime consigue darle al Shonen un tono más oscuro que a veces te hace preguntar si estas en frente de un Seinen en verdad, y en este tipo de subgénero no cabe duda que es el mejor.
Las tramas avanzan a un ritmo lento pero imprescindible para el desarrollo de los personajes y la historia.
En esta primera adaptación del manga, son capaces de crear villanos carismáticos con un pasado doloroso, cosa que les da una profundidad, que la segunda obra no es capaz de reflejar.
Y el final para la gente a la que no le importe un buen final abierto es bueno, pero a mayores si no te gustan los finales abiertos tienes una OVA especial donde te cierran la historia, no le pondría ninguna pega a este anime, personalmente el mejor de todos los tiempos.