Me he encontrado justo lo que esperaba de esta gran serie de 10 capítulos: una trama principal y subtramas perfectamente conducidas por unas fantásticas actuaciones de actores belgas, holandeses, franceses, y hasta un español en el papel más excéntrico de todos. Una serie global para un tema poco conocido en el viejo continente, pero que atrapa enormemente. Además, el guión hace a los personajes muy humanos, con sus temores, aspiraciones y alegrías como cualquiera de nosotros, aunque se encuentren inmersos en un contexto poco común; casi inaudito, diría yo.

En definitiva, chapeau para los productores belgas que se arriesgaron con este proyecto y, claramente, encontraron el éxito.