Lock & Stock es fruto de un supuesto ingenioso guión que el propio director ha escrito y a esclavizado su dirección llevándonos a un bucle trama-tiroteo sin fin.
Los personajes agrupados en clanes solo destacan en el estereotipo de sus papeles lo cual hace predecible el desenlace de las situaciones. El propio guión elimina cualquier sorpresa, no deja desenvolverse con soltura a Guy Ritchie y lo que es peor ya conocemos que va a pasar.
Es de agradecer, por lo menos, que Guy R. no haya abusado de las imágenes a cámara súper lenta, algo que me asustó al principio de la cinta prometiéndome que una más y abandono la película. También agradezco que los encuadres imposibles no fueran moneda corriente al inicio de cada escena, con un par de ellas en su justo momento es suficiente.
La acción resulta trepidante y alocada restando solidez al desarrollo lo cual hace transitar la película una sucesión de acciones sin cimientos.
La abundancia de bandas resulta un poco confusa haciendo perder interés por los personajes que tan solo los salva el aspecto cómico en general del filme haciendo de su intrascendencia y tópicos un entretenimiento del que te olvidas un minuto después de abandonar la pantalla.