¿Cómo contamos una historia de amor? comenzamos con miradas tímidas de los personajes centrales en su primer encuentro, su acercamiento, las dudas, la tormenta y después la calma. ¿Ahora bien, importa realmente quienes viven con pasión un sentimiento? si son dos hombres, dos mujeres, un hombre y una mujer, si son padres e hijos o cualquier otro vinculo o género? Lograr una buena película que cuenta una historia de amor, es también amar.
En esta película se ama, desde su fotografía, su música, sus actuaciones, sus diálogos y sus silencios.
"Me gusta cuando callas porque estas como ausente... "diría el Poema Nº 15 de Pablo Neruda.
H. Ledger, es el vaquero rudo, callado, bruto, ausente, trabajando un personaje que le va pintado. J. Gyllenhaal expresivo desde sus ojos azules hasta la punta de los pies, ambos logran una química que resulta imposible no enamorar al espectador.
Su director Ang Lee, quien nos dejó en su momento degustar del Tigre y el Dragón, o Sensatez y Sentimientos, no podía fallar con una historia como ésta. Incorpora a la película algo que transmite el mismo placer que se siente sentarse a la orilla de un arroyo, verlo, oírlo y casi olerlo. Se puede.
Todos los que la vimos seguramente recordamos un abrazo como ese que se dan en la montaña, en algún rincón de nuestros recuerdos
Gustavo Santaolalla si algún día logro levitar quisiera oír The Wings de fondo.
Sencillamente hay parejas maravillosas en el cine, inolvidables; desde Ali Mac Graw y Ryan O'Neal, Robert Redford y Babra Streisand; L. Di Caprio y K. Winslet, C. Farrell y J. Leto, y muchísimas que faltan; ésta de ahora en más es y será una de ellas: H. Ledger y J. Gyllenhaal.
Vieron, ni siquiera tengo que hacer mención a las películas que pertenecieron porque seguramente ya lo saben. Así es el cine y sus historias de amor bien contadas: Inolvidables.