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Voto de Feldon:
7
6,7
862
Western. Aventuras. Drama
La familia Bridges vive aislada en su rancho de las montañas se ve amenazada por una peligrosa pantera que causa estragos entre el ganado. Además hay tensas y turbias relaciones entre los miembros de la familia. Curt Bridges (Robert Mitchum) es el mayor de los hijos de la severa matriarca y de su débil y alcoholizado marido. Para salvar al ganado del peligroso felino, Curt y sus hermanos se ven obligados a enfrentarse a la bestia. (FILMAFFINITY) [+]
26 de enero de 2016
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante todo, decir que el Western para mi -y entiendo que para muchos de vosotr@s- es un género que nos ha dado varias de las mejores películas de este maravilloso invento llamado Cine: a bote pronto me vienen "La diligencia", "Quién mató a Liberty Valance", "Centauros del desierto", Los Ríos -rojo, bravo, lobo-, "Sin perdón", y muchas más.
Dicho esto, esta película trasciende del género, lo supera en el sentido que no se ciñe precisamente a ciertos patrones marcados por las carretas, el polvo y los cactus. Estamos ante un drama familiar, de sentimientos soterrados en capas de densa nieve que no abandona a los protagonistas.
Como bien se ha dicho por aquí, hay aroma shakespeariano en el ambiente, un acierto absoluto del director Wellman, con fama de artesano y de mostrar los comportamientos alejados del cánon en sus personajes: fue casi el primero en mostrar rechazo en su películas al racismo y a la violencia gratuita, y en dar protagonismo en el cine de aventuras a las mujeres con su famosa "Caravana de mujeres" (1951).
Bueno, al lío. Es un drama bien trazado, con más enjundia de la que a priori parece, de una familia de seis miembros y la novia de uno de ellos "enclaustrados" en un valle nevado a merced de sus filias y fobias. Las miserias de unos y otros van apareciendo cual película de Haneke -evidentemente, de un modo menos agresivo- hasta que la olla a presión helada que los oprime empieza a pitar sin remedio.
Ponen a Mitchum como cabeza de cartel, pero en mi opinión hay otros que comparten si no superan en importancia a Don Robert: Tab Hunter como el hermano pequeño en la sombra, la matrircalmente dura Beulah Bondi, o la incitadora Diana Lynn. En definitiva, todos notables en sus papeles que encierran más de lo que inicialmente parece.
La tragedia y el desgarro se ciernen sobre los Bridges sin prisas pero sin pausa, como la omnipresente nieve de los paisajes -muy en cartón piedra por cierto- no deja de caer en el rancho de North Carolina.
Curiosidades: fue producida por Wayne/Fellows - sí sí, John Wayne-, y el indio que vive con la familia y hace las veces de oráculo agorero no es otro que Carl Switzer, el niño inolvidable Alfalfa de "La pandilla", que tuvo en España una segunda vida gracias a "La bola de Cristal" en TVE.
En definitiva, un Western con resonancias trágico-griegas que gustará mucho a los que no esperen una del Oeste de corte clásico.
Nota: 7,15.
Dicho esto, esta película trasciende del género, lo supera en el sentido que no se ciñe precisamente a ciertos patrones marcados por las carretas, el polvo y los cactus. Estamos ante un drama familiar, de sentimientos soterrados en capas de densa nieve que no abandona a los protagonistas.
Como bien se ha dicho por aquí, hay aroma shakespeariano en el ambiente, un acierto absoluto del director Wellman, con fama de artesano y de mostrar los comportamientos alejados del cánon en sus personajes: fue casi el primero en mostrar rechazo en su películas al racismo y a la violencia gratuita, y en dar protagonismo en el cine de aventuras a las mujeres con su famosa "Caravana de mujeres" (1951).
Bueno, al lío. Es un drama bien trazado, con más enjundia de la que a priori parece, de una familia de seis miembros y la novia de uno de ellos "enclaustrados" en un valle nevado a merced de sus filias y fobias. Las miserias de unos y otros van apareciendo cual película de Haneke -evidentemente, de un modo menos agresivo- hasta que la olla a presión helada que los oprime empieza a pitar sin remedio.
Ponen a Mitchum como cabeza de cartel, pero en mi opinión hay otros que comparten si no superan en importancia a Don Robert: Tab Hunter como el hermano pequeño en la sombra, la matrircalmente dura Beulah Bondi, o la incitadora Diana Lynn. En definitiva, todos notables en sus papeles que encierran más de lo que inicialmente parece.
La tragedia y el desgarro se ciernen sobre los Bridges sin prisas pero sin pausa, como la omnipresente nieve de los paisajes -muy en cartón piedra por cierto- no deja de caer en el rancho de North Carolina.
Curiosidades: fue producida por Wayne/Fellows - sí sí, John Wayne-, y el indio que vive con la familia y hace las veces de oráculo agorero no es otro que Carl Switzer, el niño inolvidable Alfalfa de "La pandilla", que tuvo en España una segunda vida gracias a "La bola de Cristal" en TVE.
En definitiva, un Western con resonancias trágico-griegas que gustará mucho a los que no esperen una del Oeste de corte clásico.
Nota: 7,15.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los planos filmados desde el hoyo cavado por Harold para enterrar al pobre Arthur son curiosos y aciertan a remarcar el momento trágico que pasan los Bridges. También destaco la desolación de Curt al verse sin provisiones en la cueva, y se aleja de su fanfarronería para sollozar en la autocompasión. Los momentos de Gwen soterradamente tórridos con Harold, todas las apariciones de la matriarca Ma Bridges y el surrealismo del alcoholizado padre Pa Bridges también resultan notables. Vamos, que salvo por la ausencia en presencia de la pantera de marras, todo estupendamente gozoso.