Una vez vista lo primero que hay que hacer es tomarse un respiro para terminar de digerirla, ya que John Geddes logra por segunda vez que nos replanteemos ver su cine.

Con una trama algo casposa, en donde ni la acción, ni la tensión, ni el terror están presentes, es una cinta en donde todo ello debería formar un único género y la verdad es que cuesta creerse algo de ella, ya que cuesta terminar de verla, porque carece de gancho alguno que apremie a seguir adelante, por lo que si al final uno se decanta a verla lo que llega a ver, es un guión sin emoción en donde los zombis debido al maquillaje no son nada creíbles y en donde todo el reparto al completo no procesa carisma alguno. La forma en la que esta filmada con colores en baja intensidad sólo hace camuflar e intentar crear cierta atmósfera que no termina de llegar.

Por la parte positiva resaltar únicamente dos cosas, la narración esta aceptable y la idea inicial podría ser empleada para un proyecto màs novedoso y de mayor presupuesto, ya que aunque el cine de bajo presupuesto no tiene que declinarse a la baja calidad, si que esta sujeto a ciertas trabas que sin el prepuesto adecuado no podrán ser plasmadas de una forma algo más satisfactoria.

Lo peor: El argumento y su desarrollo.
Lo mejor : Que haya conseguido distribuirla.