Después de verla muchas veces, y pasado el tiempo, he de reconocer que, posiblemente es la peor de toda la saga Star Wars. Una película del Universo Star Wars siempre tiene ese algo que la hace especial, pero por eso mismo el nivel de exigencia también es mayor.

Desafortunadamente, el famosísimo personaje Jar Jar Binks creado íntegramente de forma digital, mediante capturas de movimiento, tiene un peso en la trama absolutamente desproporcionado, que le hace no un flaco favor sino un descosido antológico, creo que uno de los personajes digitales más catastróficos que he visto en mi vida. De hecho, si apareciera menos, o incluso nada, la película ganaría en agilidad y ritmo.

No es éste el único error, pues el desangelado guión y unos diálogos un tanto pueriles tampoco ayudan. Esperábamos más, mucho más de George Lucas. Quizá debió dejarse ayudar más en la redacción del guión, escrito, al menos oficialmente, en solitario.
Los actores no desentonan a pesar de ser algo planos. La gran Natalie Portman poco puede puede aportar a su gélido personaje de reina Amidala. El mejor es Liam Neeson, más creíble que ninguno y un Qui-Gon- Jinn absolutamente carismático, que va creciendo con el paso de los años.
Una lástima que el fantástico personaje de Darth Maul no esté todo lo aprovechado que debiera, porque podría dar mucho más de sí. Conocemos a Palpatine, un personaje que traerá cola en el universo en próximas entregas.

El joven Anakin parece sacado de Disney; la carrera de vainas (un homenaje a “Ben- Hur”) no está nada mal, es bastante espectacular, y es un poco lo que se espera, acción y espectacularidad. Los efectos especiales cumplen bastante bien, se nota una apuesta importante, como no podía ser de otra forma tratándose de Lucas, aunque a veces se notan demasiado huérfanos sin una trama sólida que los acompañe.

Aunque sea una de las peores, si no la peor, no es una mala película. Posee la expectativa de ver cómo comienza la saga y aunque le exigimos mucho más, no deja de ser Star Wars. Curiosamente, no ha envejecido tan bien como la trilogía de los 70-80. De todas maneras, gana mucho en pantalla grande. Recuerdo verle en su día en cine, y esta saga está hecha para verse en pantalla grande. Quizá las expectativas generadas fueron tan grandes que en su momento fue una decepción colectiva. Vista hoy, está claro que no es una maravilla, pero tampoco tan mediocre como se dijo.