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Voto de Palomitasconchoco:
7
Romance. Drama. Comedia Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no es usted extraterrestre o un habitante de la selva amazónica que no ha mantenido contacto con el mundo exterior (al que los extraterrestres habrían dotado de Internet) habrá visto alguna vez en su vida la imagen de Audrey Hepburn, tocado en pelo, sosteniendo la boquilla alargada de un cigarro. Esta imagen extraída de la película es simplemente una de las iconografías más poderosas del siglo XX, un hito de la cultura pop, y este logro no hubiera sido posible de no ser porque el personaje que encarna Audrey Hepburn (tan encantador como desencantado) ha sido capaz de despertar la fascinación de cientos de miles de espectadores durante décadas y hacerse inmortal.

La descarada Holly Golightly, con un comportamiento extravagante y falsamente ostentoso, pero un alma transparente y sincero, es uno de esos escasos personajes capaces de acaparar toda la atención de la película y relegar al resto (incluido al otro personaje supuestamente principal) a un segundo plano. Holly es alegre, jovial, dicharachera, encantadora, ingenua, dulce.. y al mismo tiempo esconde un pasado doloroso y un presente vacío que llena con lujos y un tren social que no le corresponde y que consigue de las invitaciones de los hombres que casi nunca consiguen nada de ella (a 50 dólares cada uno cada vez que va al tocador), es una ‘party girl’ a la que Hepburn sabe sacarle dignidad y sentimiento dentro de su alocado mundo.

La Hepburn domina en la película, impone su interpretación y reparte sonrisas y compasión a partes iguales, hechizando con sus torpes maneras y su ‘look’ sofisticado.

Se habla de ‘Breakfast at Tiffany´s’ (libremente interpretada de la novela del mismo nombre escrita por Truman Capote) como de una comedia romántica, pero este género es el superficial de la película, en cuyo interior esconde el verdadero drama vital de una chiquilla desgajada de sus raíces, desconfiada y atrapada en un estilo de vida banal.

Otro de los grandes encantos de la película es una banda sonora inolvidable (Henry Mancini forever) que llevaron a la composición de Moon River, para muchos, una de las mejores canciones jamás compuestas para una película.

Pero más allá de la abrumadora presencia de su personaje principal, de su capacidad para desarrollar un género dentro de otro y de su excepcional acompañamiento musical ‘Desayuno con diamantes’ flojea en otros aspectos. El guión es solido, pero no intenso, y aunque el personaje de Holly es excepcional, lo cierto es que no evoluciona dentro de la estructura cinematográfica, ni el suyo ni ningún otro, e incluso nos encontramos con algún personaje que hiere la inteligencia con la caricatura de un vecino chino interpretado por Mickey Rooney, un humor de otra época reventado a tópicos. El ‘Happy End’ bajo la lluvia forzadamente romántico, aunque emotivo, tampoco ayuda a digerir el filme, y la dirección de Blake Edwards, no es la de un genio, le falta consistencia. Pero sólo con la iconografía que despliega y la sonrisa de Hepburn, ya se ha ganado un hueco en el Olimpo del séptimo arte.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
Palomitasconchoco
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