Buena película de Álex de la Iglesia (remake) cocinando un retrato coral de las vicisitudes de la vida.
La puesta en escena es intachable y los actores están en estado de gracia, sobre todo una impecable Belén Rueda.
Dejando a un lado el místico final que se convierte en un salvador momentáneo de conciencias, el inocente juego de los móviles se convierte en una especie de ruleta rusa que no deja títere con cabeza.
Sólo dos de los invitados a la cena que reflejan sus verdaderos sentimientos se van a ver obligados a vivir una desagradable experiencia que de ningún modo se merecían.
Mención también especial a las soberbias actuaciones de Eduard Fernández y Juana Acosta.
Cena recomendable para no asistir donde afloran los manidos temas del sexo, infidelidad, homosexualidad.........
Me alegro que tras lo que fue una gran decepción para mi (El bar), el amigo Álex retome el buen camino y haga un excelente ejercicio de dirección de actores en este remake que me ha hecho recordar la famosa escena del amigo Walken en El cazador.