Media votos
6,8
Votos
3.175
Críticas
26
Listas
38
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Cavafis1979:
10
7,7
22.335
Ciencia ficción. Fantástico
Seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés y mago Georges Méliès (1861-1938), que se inspiró en las obras "From the Earth to the Moon" (1865) de Julio Verne y "First Men in the Moon" (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico ... [+]
16 de octubre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El viaje a la luna es una obra capital en la historia del cine, y su creador, Melies, es el primer gran maestro de la historia del cine. La película destaca por ser una compilación de distintas técnicas de efectos especiales primitivos, que marcaron un camino, y por su estructuración en secuencias continuas, comprensibles sin necesidad de rótulos explicativos, con un desarrollo narrativo interesante y entretenido.
La historia está basada en las novelas "De la Tierra a la Luna" escrita por Julio Verne y "Los primeros hombres en la Luna" escrita por Herbert George Wells, y cuenta de un modo breve y visualmente rompedor, el viaje realizado por un grupo de científicos a la luna, su confrontación con los habitantes de ésta y su huida final.
Melies, de profesión iluisonista, había asistido a la primera proyección cinematográfica de los hermanos Lumiere, e impresionado quiso comprarles una de sus cámaras, a lo que Antoine Lumiere se negó. Esta fue la contestación concreta: "Amigo mio, deme usted las gracias. El aparato no está en venta, afortunadamente para usted, pues le llevaría a la ruina. Podrá ser explotado durante algún tiempo como curiosidad científica, pero fuera de esto, no tiene ningún porvenir comercial". Melies, no convencido por la respuesta, acudió a William Robert Paul en Inglaterra, que había inventado una cámara similar, la bioscope, y con ella comenzó su andadura cinematografica.
La imaginación de Meliés desbordó los límites del documentalismo de las imágenes de los hermanos Lumiere, dando comienzo a uno de los géneros más rentables de la historia del cine: El cine fantástico. Melies demostró a sus contemporáneos que con una cámara se podía hacer mucho más que grabar sólo la realidad tal cual la vemos, y que todo es posible en el cine, si utilizamos adecuadamente nuestra imaginación y nuestra inteligencia. Sus trucajes sentaron las bases sobre las que se desarrollaron posteriormente todos los efectos especiales. En sus películas vemos a gente volando, cabezas que se hinchan, gigantes, submarinos, explosiones fantásticas, extraterrestres, y un largo etc...
La historia está basada en las novelas "De la Tierra a la Luna" escrita por Julio Verne y "Los primeros hombres en la Luna" escrita por Herbert George Wells, y cuenta de un modo breve y visualmente rompedor, el viaje realizado por un grupo de científicos a la luna, su confrontación con los habitantes de ésta y su huida final.
Melies, de profesión iluisonista, había asistido a la primera proyección cinematográfica de los hermanos Lumiere, e impresionado quiso comprarles una de sus cámaras, a lo que Antoine Lumiere se negó. Esta fue la contestación concreta: "Amigo mio, deme usted las gracias. El aparato no está en venta, afortunadamente para usted, pues le llevaría a la ruina. Podrá ser explotado durante algún tiempo como curiosidad científica, pero fuera de esto, no tiene ningún porvenir comercial". Melies, no convencido por la respuesta, acudió a William Robert Paul en Inglaterra, que había inventado una cámara similar, la bioscope, y con ella comenzó su andadura cinematografica.
La imaginación de Meliés desbordó los límites del documentalismo de las imágenes de los hermanos Lumiere, dando comienzo a uno de los géneros más rentables de la historia del cine: El cine fantástico. Melies demostró a sus contemporáneos que con una cámara se podía hacer mucho más que grabar sólo la realidad tal cual la vemos, y que todo es posible en el cine, si utilizamos adecuadamente nuestra imaginación y nuestra inteligencia. Sus trucajes sentaron las bases sobre las que se desarrollaron posteriormente todos los efectos especiales. En sus películas vemos a gente volando, cabezas que se hinchan, gigantes, submarinos, explosiones fantásticas, extraterrestres, y un largo etc...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Entre sus trucajes favoritos, como buen mago que era, estaba el trucaje por sustitución. Este trucaje consiste en parar de grabar la escena en el momento adecuado, sustituir un objeto o persona por otra cosa en la imagen, y volver a grabar la continuación de la secuencia. Es un truco simple y fácil, que en Viaje a la luna aparece muchas veces, cuando los científicos golpean con sus paraguas a los monstruos que los persiguen, haciendo que exploten, o cuando el cohete se estrella contra el ojo de la luna. Por aquella época estas escenas eran muy efectivas y convincentes. Melies descubrió este truco por accidente cuando rodaba unas de sus primeras escenas documentales en una plaza, en la que sin querer sustituyó a un autobús por una carroza fúnebre. Esto le abrió las puertas a la experimentación.
Además de este truco, destacan sus falsas perspectivas, creadas con la ayuda de maquetas y forillos, que le sirven para dar vida y tridimensionalidad a sus escenarios fantásticos, como el paisaje lunar o el paisaje que ven los científicos desde el tejado. Estos trucajes ópticos simples se siguen utilizando incluso en películas tan modernas como El señor de los anillos, por ejemplo, cuando se quería trucar el tamaño de los hobbits con respecto a los humanos.
Pero sobre todo, Viaje a la Luna es una película que todos los cinéfilos llevamos grabada en nuestra memoria de un modo indeleble. El rostro de la luna hacia la que viajan los científicos es un icono de la imaginería cinematográfica, y ha quedado a la posteridad como el pistoletazo de salida de un tipo de cine; el que nace de nuestros sueños y nuestras fantasías más increibles.
Por todo esto, gracias Melies.
Además de este truco, destacan sus falsas perspectivas, creadas con la ayuda de maquetas y forillos, que le sirven para dar vida y tridimensionalidad a sus escenarios fantásticos, como el paisaje lunar o el paisaje que ven los científicos desde el tejado. Estos trucajes ópticos simples se siguen utilizando incluso en películas tan modernas como El señor de los anillos, por ejemplo, cuando se quería trucar el tamaño de los hobbits con respecto a los humanos.
Pero sobre todo, Viaje a la Luna es una película que todos los cinéfilos llevamos grabada en nuestra memoria de un modo indeleble. El rostro de la luna hacia la que viajan los científicos es un icono de la imaginería cinematográfica, y ha quedado a la posteridad como el pistoletazo de salida de un tipo de cine; el que nace de nuestros sueños y nuestras fantasías más increibles.
Por todo esto, gracias Melies.