Desde el primer momento en que indagué un poco sobre que trataba la película me llamó mucho la atención y deposité muchas esperanzas en encontrarme con una posible nueva “Little Miss Sunshine” que me volviera a cautivar. Con un argumento nuevo y atrevido, un soplo de aire fresco en una época en la que priman las secuelas y remakes.

Una vez terminada de ver puedo concluir que lo ha hecho en gran parte. La película en su global es considerablemente buena, pero pienso que Cholodenko no llega a explotar del todo el potencial al que su, a priori, alternativo y liberal argumento podría haber llegado a abarcar. No me acaba de convencer los personajes, quizá demasiado estereotipados que se nos presenta, con las dos protagonistas que forman el matrimonio homosexual y que están encasilladas en el rol de marido y mujer de uno heterosexual. Pero a pesar de ello dan mucho juego, y junto al otro vértice del triangulo amoroso, Ruffalo, el donante de esperma, se conjuga una atrayente trama, divertida a ratos y más seria en otros momentos. La dupla Bening-Moore está realmente espléndida, y ellas solitas llevan todo el peso de la película. En fin, notable película que con estas dos actrices con mayúsculas nos brinda la que a mi parecer es la mejor comedia en lo que va de año.