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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Voto de Buscapé:
8
Drama Dos jóvenes de gran talento se enfrentan en una guerra de ingenio y estrategias comerciales para imponerse en el mercado de la informática. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupendo biopic sobre la génesis de una época que cambiaría el mundo.

Ni Bill Gates ni Steve Jobs es que fueran genios de la programación o de la informática en general. Simplemente eran una panda de freaks que se pasaban las tardes meneándosela a un ordenador o fabricando inventos para hacer travesuras en el campus.

Pero los dos eran grandes megalómanos con un olfato especial para los negocios: Steve Jobs sabía rodearse de pequeños geniecillos de la electrónica y la programación a los que hurtaba sus ideas y les daba un toque especial: sabía vender un producto que de primeras era tachado para freaks. Era jóven, snob y con un ego tan grande que no le cabía en los zapatos.

Bill Gates otro tanto de lo mismo, pero con menos personalidad y carisma. Abandonó su carrera porque sabía que era el momento y el lugar adecuado para dar con el bombazo que lo hiciera millonario. Y así fue.

Es una gran película que retrata a Jobs como un energúmeno con infulas de genio, cuya ansia desmedida por llevar a la compañía al estrato "zen" provocó su propia expulsión y le cegó ante su verdadero enemigo: Windows.

O la traición más que obvia de Bill Gates frente a una Apple que en aquella época se dedicaba a mangonear a todos los pequeños estudios de ingeniería de Syllicon Valley.

La peli no deja de ser una especie de telefilme con toques de documental, pero aun así supera de lejos la película de Asthon Kustcher. Al caer en menos dramatismos y mostrar la cruda realidad de una época mágica.

Tanto a Jobs como a Bill Gates hay que agradecerles que los frikis del ordenador pudiéramos jugar a aventuras gráficas y aprender nociones básicas de programación tanto con MS-DOS como posteriormente con Windows e IOS.

En honor a Steve Jobs, hay que decir que sus productos aun a pesar de estar inflados en precios estratosféricos, siempre ha sabido darle ese toque de distinción y calidad que hacen que te enamores de sus cachivaches. El problema es que su público era demasiad burgues, demasiado pequeño. Bill Gates abrió la veda al público masivo al ofrecer un producto parecido, aunque inferior, pero accesible para todos.
Buscapé
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