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Voto de Wanchope:
4
6,2
10.836
Animación. Fantástico. Drama. Infantil
Ebenezer Scrooge (Jim Carrey) es un personaje malhumorado y gruñón que trata con desprecio y malos modales a su fiel empleado Bob Cratchit (Gary Oldman) y a su alegre sobrino (Colin Firth). Pero, cuando el espíritu de las Navidades pasadas, presentes y futuras lo arrastra a un viaje durante el cual descubre verdades que siempre se ha negado a ver, el corazón del viejo avaro se ilumina y se da cuenta de que debe actuar inmediatamente ... [+]
28 de mayo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enésima versión de la conocida obra de Charles Dickens auspiciada en esta ocasión por la Disney. Uno más uno son dos y la suma no puede ser más correcta, dando como resultado una producción eminentemente infantil en la que los más pequeños disfrutarán como los niños que son, mientras que sus padres pasarán un rato más o menos distraído, probablemente más a causa del 3D con el que se ha revestido a la propuesta que a la propia propuesta en sí. Así pues, el factor sorpresa se reduce a la mínima expresión, por otro lado algo tan previsible que no debiera sorprender.
¿Y qué ofrece de nuevo esta versión? Ya lo he dicho: el 3D. El resto, aparentemente, es la repetición condescendiente y casi ritual de un producto manido y falsamente moral, y que parte de una simple anécdota reformulada al amparo de un guión estirado hasta la saciedad, auxiliado de huecos y constantes artificios visuales, y todo ello envuelto en el arquetípico y rancio mensaje pro navideño del ”todo el mundo es güeno”. Puede que al igual que el señor Scrooge, con la edad yo haya perdido algo del brillo infantil en mi mirada, pero eso no quita que este ‘Cuento de Navidad’ sea lo mismo de siempre… pero en 3D.
Desde que hace unos años descubriera el poder del pixel da la impresión de que Zemeckis, otrora un proyecto de firme candidato a grande entre los grandes, se ha abandonado a la voluntad de los caprichos del procesador más potente del mercado. Al igual que ocurre con sus últimas tres películas, en el proceso digitalizador que con tanto entusiasmo defiende parece haber perdido su alma de artista, de aquel director capaz de auténticas joyas tan apreciables (y humanas) como ‘Regreso al Futuro’, ‘Quién Engañó a Roger Rabbit’, ‘Forrest Gump’ o ‘Naufrago’, y que hasta en su peores trabajos “filmados en el mundo real” se le podían sacar méritos a su casi siempre notable labor.
¿Y qué ofrece de nuevo esta versión? Ya lo he dicho: el 3D. El resto, aparentemente, es la repetición condescendiente y casi ritual de un producto manido y falsamente moral, y que parte de una simple anécdota reformulada al amparo de un guión estirado hasta la saciedad, auxiliado de huecos y constantes artificios visuales, y todo ello envuelto en el arquetípico y rancio mensaje pro navideño del ”todo el mundo es güeno”. Puede que al igual que el señor Scrooge, con la edad yo haya perdido algo del brillo infantil en mi mirada, pero eso no quita que este ‘Cuento de Navidad’ sea lo mismo de siempre… pero en 3D.
Desde que hace unos años descubriera el poder del pixel da la impresión de que Zemeckis, otrora un proyecto de firme candidato a grande entre los grandes, se ha abandonado a la voluntad de los caprichos del procesador más potente del mercado. Al igual que ocurre con sus últimas tres películas, en el proceso digitalizador que con tanto entusiasmo defiende parece haber perdido su alma de artista, de aquel director capaz de auténticas joyas tan apreciables (y humanas) como ‘Regreso al Futuro’, ‘Quién Engañó a Roger Rabbit’, ‘Forrest Gump’ o ‘Naufrago’, y que hasta en su peores trabajos “filmados en el mundo real” se le podían sacar méritos a su casi siempre notable labor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y siendo justos, no es porque en este ‘Cuento de Navidad’ no se note buena mano y cierta consistencia narrativa detrás de las cámaras, no, y que hacen de ella un digno pasatiempo (aunque poco más). En su asociación con Disney y, sobre todo, el “performance capture”, el trabajo del señor Zemeckis se ha dejado cegar de un hueco y ausente corazón dramático. Y es que si algo pone en evidencia esta técnica digitalizadora es que la búsqueda de una realidad virtual que imite a un mundo real sin límites no deja de resultar verdaderamente “falsa”, y tan fría como lo sería abrazar por las noches a una cpu en vez de a un ser querido “de carne y hueso”. Todo huele a cartón piedra del barato, y por mucho esfuerzo que se aprecie en todo lo mostrado en la pantalla éste no trasciende más allá de lo que vendría a ser la introducción a cualquier juego de la PS3.
Así, este ‘Cuento de Navidad’ es un artificio visual que una vez asumidos los primeros movimientos de cámara se vuelve repetitivo y cansino, que parte de un argumento tan trilladísimo que a cualquier persona que levante más de tres palmos del suelo, y que se haya enfrentado al mundo real alguna vez, le resultará de chiste como hasta ofensivo resulta su falsamente bienintencionado mensaje caduco. A los ojos de un niño, probablemente, sea un bonito espectáculo entretenidísimo que además le aporte un sólido argumento/mensaje navideño con el que chantajear a sus padres el día de Reyes; todos fuimos niños alguna vez, se entiende y se acepta, pero en un mundo real cualquier falsa realidad como la que se presenta no pasa de hora y media a 8-10 euros de proyección en 3D.
Así, este ‘Cuento de Navidad’ es un artificio visual que una vez asumidos los primeros movimientos de cámara se vuelve repetitivo y cansino, que parte de un argumento tan trilladísimo que a cualquier persona que levante más de tres palmos del suelo, y que se haya enfrentado al mundo real alguna vez, le resultará de chiste como hasta ofensivo resulta su falsamente bienintencionado mensaje caduco. A los ojos de un niño, probablemente, sea un bonito espectáculo entretenidísimo que además le aporte un sólido argumento/mensaje navideño con el que chantajear a sus padres el día de Reyes; todos fuimos niños alguna vez, se entiende y se acepta, pero en un mundo real cualquier falsa realidad como la que se presenta no pasa de hora y media a 8-10 euros de proyección en 3D.