Este dilema es el que tendrá que afrontar un poblado de cuáqueros al sur de Indiana ante la inminente llegada de los Confederados durante la Guerra de Secesión. Y es que los cuáqueros tienen prohibido todo uso de la violencia, incluso en defensa propia.
Con un comienzo de comedia pura, la cual se desarrolla durante tres cuartas partes del film, torna en un melodrama cuando un hijo decide ir a luchar al frente. Esto provocará un clima de tensión en la familia y en el poblado cuáquero. Estos finalmente deberán elegir qué es lo mejor para su pueblo: usar la violencia o dejarse amedrentar.
La ambientación es inmejorable. En cierto sentido me recuerda a El Hombre Tranquilo no sólo en la ambientación (música y paisajes) sino también en parte del argumento: un hombre que no quiere usar la violencia por sus convicciones religiosas (aquí) o por redimirse de su pasado (el Hombre Tranquilo) que se ven obligados a luchar por las circunstancias del momento. AUnque la lucha tambiés es diferente en ambas películas
Si bien la película está llena de escenas gloriosas en las que no le sobra nada quizás si adolezca en ciertos momentos de falta de intensidad para terminar de parecerme una Obra Maestra.
Por no destacar al de siempre, Gary Cooper, esta vez me voy a decantar por uno que quizá sorprenda mi elección: SAMANTHA, el GANSO. ¿De verdad nadie ha tenido ganas de tener un ganso en casa como éste revoloteando por casa? Desde el inicio aparece y sus disputas con el niño son memorables. Cada vez que surge la figura de Samantha pasa algo cómico. El momento que juega al escondite con el niño es sublime.
Normalmente los niños de las películas de este tipo, de cursi que son, me resultan antipáticos pero el de esta película en concreto NO. Me ha parecido simpatiquísimo.
Los momentos de humor están muy bien conseguidos. Entre ellos destaco el del pajar, quien lo haya visto sabrá de qué hablo.
Tal vez no sea el Wyler de las grandes ocasiones pero no por ello debo de dejar de recomendar esta película que gustará toda la familia. No es mala elección para empezar a enseñarles a nuestros hijos a disfrutar del cine clásico. El GANSO se encargará de ello.