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Voto de John Giraldo:
2
Acción Colombia, 1992. Cataleya, una niña de nueve años, tras presenciar el asesinato de sus padres, se entrena para convertirse en una asesina profesional. Después de escapar a duras penas de la masacre, se refugia en los Estados Unidos con Emilio, un tío suyo mafioso. Quince años después, ya trabaja para él como asesina a sueldo. Su tarjeta de visita -una orquídea dibujada en el pecho de sus víctimas- es un mensaje para los asesinos de sus ... [+]
5 de enero de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por: John Harold Giraldo Herrera
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Sobre Colombia las películas de cine han mostrado que somos –en Bogotá- una selva, El señor y la señora Smith (2005). De nuestro modo vivendis: que vivimos de las flores, somos guerrilleros, narcotraficantes y unos delincuentes. En una película –Todopoderoso (2003)- protagonizada por Jim Carrey nos dimos a la tarea de pagar una millonada de dólares para que apareciera Juan Valdez con su yegüita y dijera que el mejor café del mundo es de Colombia. Y ahora, una versión de un Thriller muestra como una mujer colombiana –una especie de Rosario Tijeras recargada- desde que tiene menos de 10 años quiere convertirse en una asesina y tal parece que todos los colombianos somos así: con talante de asesinos. Y la historia no genera mayores suspicacias si no fuera porque la protagonista de colombiana ni el acento tiene, y las tomas de la ciudad Bogotana parecen más a las de un barrio de la ciudad de México por lo calurosas y desérticas, cuando Bogotá es fría. Y el papá narcotraficante que fue asesinado así como su madre son más parecidos a los franceses. En fin, de colombiana queda la duda hasta del nombre, pues la orquídea la que se hace alusión y se muestra en la película abunda más en Bolivia y Perú y es una flor insigne de Costa Rica, de Colombia también como flor nacional.

Puede ser que la película ataque el ego de ser colombianos, y lo vulnere por colocar esa imagen de ser una bandada de vengativos, de despadrados y desmaternalizados, la idea no es para atacarla ni para decir que así no somos, es para enmarcar que no solo somos eso. Podría uno pensar que nos están colocando ya en un pedestal en cuanto a exportar mujeres que parecen más salidas del inframundo o la fantástica que de un país marcado por la violencia. La idea de una Nikita, invencible y poderosa compite de manera muy alta con Cataleya. La película no se sitúa en Colombia, sino en los Estados Unidos, donde de entrada se nota a una niña que tiene más de heroína, de súper dotada en la vida mafiosa que de niña.

sigo en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
John Giraldo
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