Vi esta película por primera vez en un pequeño festival de cine de terror en Madrid. Sabía que venía de participar aquel mismo año en Sitges y que no había dejado indiferente a nadie. Bueno, pues aún así no estaba preparado para lo que iba a degustar. Pensé en un principio que me había gustado tanto porque la había visto entre otras muchas bastante peores, pero que va. Esta película es como el buen vino, te das cuenta de lo mucho que te ha gustado a medida que pasa el tiempo desde la primera vez que la ves.
La he vuelto a ver varias veces más, cada vez con gente nueva y me ha causado siempre la misma sensación: brutal, absorvente, perturbadora, FASCINANTE.
No desvelaré nada del argumento, pero la aconsejo encarecidamente (no deja de sorprender).