Daegu, 1991. El día de las elecciones locales cinco niños desaparecen en la montaña sin dejar rastro alguno. La búsqueda de las autoridades es infructuosa y pronto cesa a pesar de la creciente angustia de los padres.

Kang Ji-seung (Park Yong-woo) un productor de documentales y periodista es asignado de Seúl a Daegu, ahí conoce al profesor Hwang (Ryu Seung-yong), un hombre que tiene ciertas ideas entorno al asesino de los niños.

El cine contemporáneo de Corea del Sur es quizá el que más me gusta a nivel mundial, la calidad de películas que han conseguido en los últimos años es formidable, con realizadores de primer nivel, nunca dejan de sorprender.

Lo mejor de todo es que pareciera que se han hecho experto en los thrillers policiales, aquí tenemos el vivo ejemplo de lo que estoy diciendo, porque A-i-deul… es una película sobresaliente en todos los aspectos.

La historia transcurre a lo largo de doce años -lo único que le achaco al film es que los saltos en el tiempo no me parecen muy bien ejecutados-, en poco más de dos horas de duración, donde la tensión y el interés siempre va creciendo.

El dramatismo entorno a lo que va sucediendo es tremendo, esto apoyado en la sobresaliente música a cargo de Choi Seung-hyun y la utilización de la cámara lenta en algunos tractos, música e imágenes se mezclan de forma predilecta.

Grandes actuaciones, una presentación inmejorable, un clímax soberbio, pareciera que se extiende de más pero pronto cae una escena totalmente desgarradora para un cierre que, curiosamente, se antoja poético a pesar de lo terrible que es. Enorme película.