El excelentísimo realizador japonés Hirokazu Koreeda presenta un film sugestivo, arriesgado y atractivo, como autor del guion presenta su visión de que sucede después de morir, una visión muy arraigada a su profesión como cineasta. Es una propuesta arriesgada por la forma en como la presenta, más allá de llevar su obra a formalidades excelsas y celestiales, presenta un ambiente normal y hasta terrenal, no desvía la atención en lo visual y se enfoca en lo argumental, denotándose su calidad como realizador.

El film muestra un lugar a donde las personas van luego de fallecer, sean jóvenes o sean adultos, en dicha estancia estarán durante una semana y serán atendidos por otras personas (también fallecidas) que laboran ahí. En los primeros tres días deberán escoger un recuerdo de sus vidas, el más significativo, el más importante; esto porque los otros días se estará recreando y filmando dicho recuerdo con los encargados del lugar.

Wandafuru raifu es una obra narrada con un ritmo pasivo durante todo el metraje, incluso el clímax presentado en la lectura de una carta sigue dicho parámetro, aunque es evidente la intensidad que tiene dicho momento. La película transcurre en su primera parte mostrando las reflexiones de dichas personas, el repaso de sus vidas comentando sobre sus diferentes andanzas terrenales, así mismo se observan las dificultades de los trabajadores. En su segunda mitad, un tanto más alegre es cuando se recrean las vivencias de los fallecidos.

Koreeda logra entregar un trabajo con un argumento fantástico, vende una idea y la excelsa forma en como la presenta hace que el espectador crea en todo momento, no hace falta mucha pantomima ni efectos especiales para hacerlo. A pesar de la índole sobrenatural en este paso de la vida a la muerta, hay que destacar que en ningún momento se habla de algún Dios, el cielo y el infierno si se mencionan pero apenas por encima, la obra se enfoca por mucho en un aspecto espiritual que va más allá de una religión.

En un punto muy personal, como amante del subgénero de “Cine dentro del cine”, me ha encantado esta idea de filmación del recuerdo y como presenta, aparte que dentro del contexto de la trama del film es el momento más alegre y emotivo para los protagonistas. Wandafuru raifu, sentida película, humana, sobrenatural y emocional.