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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
7
Bélico. Drama En los últimos momentos de la II Guerra Mundial, en plena caída del III Reich, Willi Herold, un soldado desertor de 19 años, andrajoso y hambriento, encuentra un uniforme de un capitán nazi. Haciéndose pasar por un oficial, Herold comenzará a transformarse usando la autoridad que le proporciona su nueva identidad, revelando la monstruosa esencia de aquellos de los que trata de escapar. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las postrimerías de la II Guerra Mundial, con el ejército Nazi en retirada, el joven soldado Willi Herold (Max Hubacher) está siendo perseguido por un grupo de soldados luego de haber desertado de su unidad. Tal fue su suerte que encuentra una maleta que contenía el uniforme de un oficial, más por azar que por convicción, al menos en el inicio, Herold comienza a suplantar la identidad de esa persona para sobrevivir a la guerra.

Der Hauptmann se encuentra basada en una historia real, la película marca el regreso a su país natal del realizador Robert Schwentke, que no filmaba en Alemania desde sus primeros dos largometrajes en 2002 y 2003. En ese lapso ha consolidado una carrera en Hollywood enfocada en los últimos años en obras de acción como Red (2010) o las dos últimas películas de la saga Divergente (2015-2016).

Al terreno que también vuelve Schwentke es a la escritura del guion, cuestión que no es de extrañar entendiendo las superproducciones en las que estaba trabajando, de hecho, sus dos trabajos previos en este apartado son sus dos primeros largometrajes que como se mencionó, fueron filmados en Alemania. Acá recoge la increíble historia sobre un vil pero desconocido personaje en la época más oscura de su país.

La razón de este desconocimiento es sencilla, se está hablando de un soldado raso, pero los crímenes de guerra cometidos sin sentido alguno son los que hacen saltar las alarmas. Hasta donde es capaz de llegar el protagonista ante una situación de crisis como la que se encontraba, donde pasa de estar siendo cazado a convertirse en el despiadado cazador. El guion de Schwentke enfatiza en reiterados momentos mostrando esto.

Donde gana mucho el filme es en la soberbia ambientación, además de la pulida fotografía en blanco y negro a cargo de Florian Ballhaus, alemán también afincado en tierras estadounidense, lo limpio y preciso de su trabajo le valió el reconocimiento a Mejor fotografía en el Festival de San Sebastián del 2017, donde tuvo su segundo pase luego de haberse estrenado días previos en Toronto.

La película logra mostrar las atrocidades de la guerra, en particular en un terreno poco explorado, lejos de héroes, grandes batallas o hazañas, lo que se visualiza es a alemanes contra alemanes, la desesperación de los soldados al sentir el avance aliado, lo cual no es bien visto por las autoridades oficialistas del ejército. El fantasma del enemigo se menciona en reiterados momentos, e incluso los afecta en un tramo, pero el énfasis es otro.

Llamativo es el último tramo del filme, donde se sale completamente del tono que se venía manejando a lo largo del metraje luego del giro argumental que cierra lo acontecido en el campo de concentración. Este cambio puede verse debido al estado de locura en el que pareciera caer el protagonista, lleno de poder y completamente desquiciado. Una obra potente que no busca ser aleccionadora y que deja a su realizador a medio camino entre el cine comercial y el más artístico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
10P24H
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