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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
6
Drama. Romance "Había una vez un joven príncipe cuyo padre, el rey de Oriente, lo envia a Egipto para encontrar una perla. Pero cuando llega, el pueblo le sirve una taza. Al beberla, se olvida de que era el hijo de un rey, se olvida de la perla y cae en un profundo sueño." El padre de Rick (Christian Bale) solía leerle esta historia cuando era un niño. En la actualidad, siendo Rick ya adulto, el camino hacia Oriente se extiende ante él. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 32 años, Terrence Malick filmó y presentó cuatro largometrajes (1973-2005), se supone que este año estrenará su cuarta película en un lapso de apenas 5 años, la presente es la tercera de ellas, luego de The Tree of Life (2011) ganadora de la Palme d’Or en Cannes y de To the Wonder (2012). Pareciera una explosión de creatividad donde el director muestra todo lo que no expuso tantos años en que no realizó ningún film.

Knight of Cups sigue con la tendencia estética de su forma de hacer cine que ya es una marca registrada, obras donde la voz en off toma tal relevancia que la ausencia de diálogos es la constante, voces que se presentan como reflexiones de diversos momentos en particular alrededor de la trama. En esta línea, el director aborda temas ya tocados en los filmes previamente mencionados.

Rick (Christian Bale) es el protagonista, un hombre acomodado económicamente que trabaja como guionista, vive una vida prácticamente hedonista, a lo largo de las casi dos horas de duración se hace una inspección a su vida y el motivo de la situación en la que se encuentra. De esta forma se exploran sus relaciones de pareja y la tensa relación con su papá y su hermano.

Todo esto es mostrado mediante una diversidad de escenas de gran belleza visual, como ha sido su costumbre desde The New World (2005) la cinematografía corre a cargo del mexicano Emmanuel Lubezki. La forma narrativa del largometraje como se ha expuesto se da de forma no convencional, de ahí que el espectador deberá ir armando las piezas que la componen y este es un detalle que se vuelve tedioso en Knight of Cups.

Contrario a los filmes de 2011 y 2012 que contaban con una historia más descifrable, esta cuesta en demasía y hasta el final se logra entender el porqué del accionar de Rick, el motivo por el cual no logra estabilizarse emocionalmente. Esto vuelve la obra un tanto cansada, se siente que se alarga de más y se vuelve reiterativa, el caos de placer de este individuo se entiende rápidamente, de ahí que hasta las imágenes se siente que pierden fuerza porque no aportan mucho.

Se está frente a un individuo que según se menciona fue absorbido por el mundo, quien no logra manejarse frente a un mundo que no da piedad ni amor, él cae de bruces ante las tentaciones terrenales y le cuesta encontrar la libertad. El film está narrado mediante diversos episodios, ocho en total si es que la cuenta no me falló, cuesta encontrar la diferenciación entre uno y otro debido a lo reiterativa que es.

Sí, la propuesta de Malick no es satisfactoria, hasta lo visual que siempre es esplendoroso llega a agotar por lo poco que aporta a la trama, porque no lleva el argumento a ningún lado, también aburre ver a Bale casi siempre en pantalla, se muestra en muchos instantes hasta antinatural, casi como un fantasma que pareciera imperceptible frente a las demás personas a su alrededor.

Como en To the Wonder y en The Tree of Life, no me queda más que decir que la vean y que saquen sus propias conclusiones.
10P24H
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