Película de casi tres horas de duración que cuenta cuatro historias -sobre fantasmas- totalmente independientes una de otra.

“Pelo Negro” un samurái abandona a su mujer en busca de mejores condiciones económicas (tal vez la más terrorífica), “La Mujer de la Nieve” dos leñadores se refugian en lo que parece ser una casa abandonada (magnífica fotografía, un muy efectivo juego con los atardeceres y cielos donde se forman ojos, labios y figuras extrañas), “Hoichi, el Desorejado” el fantasma de un samurái le pide a un músico ciego que toque una balada para su señor (la más larga, la historia más desarrollada, la que más me gustó) y “En una Taza de té” un samurái observa en el reflejo de su taza de té el rostro de un hombre.

Sinceramente no creo que en la actualidad a alguien le cause demasiado miedo esta película, sin embargo esto no le quita validez alguna porque es un filme excepcional. La fotografía es excelente, así como la ambientación, recalcar que es una puesta en escena algo teatral (y se nota) pero eso no le quita méritos, la música extraordinaria y los cantos durante la tercera historia son geniales.

Nota: si usted gusta de películas de terror (en realidad gore) como Saw 12.35, no vea esta genialidad, ya que no va a encontrar fantasmas sacándole las tripas a humanos y cuestiones parecidas. Incluso si pensamos en las tres primeras historias, vemos que son espíritus impregnados de un gran humanismo.