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Voto de HectorMagno:
7
Drama Un soldado y unos niños huérfanos recorren Japón durante la posguerra. Los avatares del camino les significarán tanto una aventura de supervivencia como una lección hacia la madurez. (FILMAFFINITY)
3 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Japón perdió la truculenta 2ª Guerra Mundial, y desde ese momento decidieron no intervenir en otro conflicto bélico. El pueblo entero cayó en una intensa y duradera depresión de la que aún no han salido (todavía su ejército profesional no ha salido del Japón así que no han intervenido en conflictos bélicos), siguen necesitando tiempo para asimilar y aceptar la atroz alianza con el nazismo. Hiroshi Shimizu nos recrea con suficiencia el viaje iniciático de los niños de la postguerra, y lo hace tres años después de la finalización de la misma. Hiroshi Shimizu fue uno de los primeros directores —junto con Yasujiro Ozu, y en menor medida, Akira Kurosawa— que comprendieron las consecuencias fatales de la guerra en los niños.

En "Los niños del paraíso" el director nos retrata —en plena postguerra—, la pequeña odisea de unos niños japoneses que aprenderán distintas formas de supervivencia a la vez que son moldeados y reeducados por su entorno más próximo. Estos huérfanos niños se ganan la vida con el pillaje y la beneficiencia de los más solidarios, la desgracia es todavía mayor porque trabajan a las órdenes de un malnacido que vende la comida conseguida por aquellos para su propio disfrute, esto niños sólo pueden disfrutar de las migajas. La suerte cambia cuando un soldado expatriado —y también huérfano— se apiada de ellos, es entonces cuando los niños se ven en la necesidad de elegir su propio camino. Por ello, esta aparente aventura evoca un continuo aprendizaje y adaptación a un nuevo entorno ajeno a ellos.

Para ello, Hiroshi Shimizu utiliza una narración sobria y efectiva a base de planos estáticos, y movimientos de cámara laterales —algunos son panorámicos— cuando decide mostrar el camino a seguir por parte de los protagonistas. Estos travellings son una seña de identidad hoy día, se convirtieron en marca de la casa. La banda sonora completa esta buena puesta en escena, utilizándola en algunas transiciones de escena, también en algunos momentos bastante emotivos. Aunque bien es cierto que la película basa su puntos fuertes en el carisma de los protagonistas así como en la triste historia. Todos estos elementos lo acercan claramente al movimiento neorrealista italiano de la postguerra, aunque nunca alcanza esa atmósfera tan opresiva de las películas de Roberto Rosellini.

Más en http://www.criticasen8mm.com/2017/10/los-ninos-del-paraiso-Shimizu-1948.html#more
HectorMagno
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