Fukunaga coge el testigo de Sam Mendes en la dirección de la última película de la saga protagonizada por Daniel Craig, en esta ocasión vemos a un James Bond retirado del servicio activo hasta que un antiguo amigo de la Cia le reclama para rescatar a un científico secuestrado por un villano armado con una tecnología muy peligrosa.
La película cuenta con todos los ingredientes para ser considerada como una de las mejores películas de la saga por su ritmo trepidante, su tono crepuscular, una insólita historia de amor, un villano memorable y la sensación agridulce de un final de ciclo. El guion es muy sólido y contribuye a humanizar a un personaje que hasta ahora se nos había mostrado muy poco en cuanto a su vida personal se refiere.
Daniel Craig vuelve a estar esplendido en el papel protagonista muy bien secundado por Lea Seydoux, Ana de Armas que interpreta a una agente nueva, los habituales Ralph Fiennes y Naomie Harris y sobre todo Rami Malek que con su interpretación puede ser considerado como uno de los mejores villanos de la saga.
En resumen, entretenida película muy recomendable para los fans de James Bond, después de esto será difícil encontrar un sustituto parecido a Daniel Craig.