Nos trasladan a Alaska, pinta bien. Visualmente, estéticamente, fotografía y trama sirven para que la serie te atrape hasta el final, pero no es creíble nada de lo que ocurre, y que yo sepa sus antecesoras poco se acercaban a lo fantástico. Poner a Judie Foster como la poli dura que se folla a medio Alaska no cuela ni aunque se ruede en Islandia, ni aunque la maquillen y la pongan cachas, no, no es papel para que Judie Foster salga a pasear por todos los temporales de nieve habidos y por haber. Todo el visionado de la serie se me venia a la cabeza la primera temporada de Fortitude, aunque aquí tardan 5 capítulos en decirnos que no existen los fantasmas. Buena actuación de la boxeadora Kali Reis que para interpretar a una nativa de Alaska lo hace bastante bien.
Sinceramente, si la serie no estuviera bajo la marca True Detective quizás le daría un 6, incluso si estuviera en la marca Black Mirror (que le pega más) pero el nombre de True Detective no se debiera de mancillar de esta manera.