La película me ha gustado mucho aunque no se si la entiendo del todo (particularmente el personaje de Christina Ricci). Entre el drama y la comedia no es exactamente una crítica sino mas bien una constatación de una forma de ser y una cultura. Los protagonistas se mueven más presas de la inercia y el aburrimiento que del deseo. Tiene un tono amargo que habla de lo convecionales que se vuelven las relaciones con el tiempo y de lo dificil que es mantener viva la llama del amor. La síntesis la hace Sigourney Weaver con el clarificador comentario "Me estas aburriendo, ya tengo un marido" cuando es precisamente el desinteres y la poca atención a las pequeñas cosas lo que hace que se instale la rutina en una relación. Una radiografía social muy precisa que sin embargo deja multitud de preguntas abiertas.
Hay guiños a la comercialidad que hacen la película más llevadera pero que le restan entidad paradojicamente. Por ejemplo el divertido activismo político de Christina Ricci ya visto en alguna otra película.