Como bien digo en el título, esta obra no es apta para todo tipo de público y no lo digo porque la "dureza" de sus escenas no puedan ser contempladas por personas de determinadas edades, sino que es una película que sólo los que saben apreciar el cine de esta manera, este tipo de cine, podrán disfrutar de ella. El resto abstenerse porque les puede llevar al mayor de los tedios.

La película tiene como base en su trama las graves consecuencias que pueden desencadenar la percepción errónea de una serie de hechos y como esos actos pueden desembocar en prejuicios que nos hacen juzgar erróneamente a determinadas personas. Y tras cometer el error, viene el sentimiento de culpa, descubierta cuando la madurez que nos da el tiempo nos hace ver las cosas como son y no como creíamos que eran.

La historia de un amor que se ve truncado por el caprichoso destino y que la distancia no enfría sino que es el fruto de inspiración con el que mantener vivas las esperanzas en época de dificultades y conflictos y todo ello aderezado en primer plano con la necesidad de redención, de perdón, de expiación de la culpa de una hermana que cometió un error con el que debe lastrar ella y la pareja protagonista.

La película es lenta, sin duda, pero no aburrida. Esta historia necesita ser contada de forma pausada para que pueda resultar creible, para trasmitirnos esa misma sensación que debe tener la pareja, a la que el tiempo debe de pasar muy lentamente dadas sus circunstancias. Pero si no te gustan las películas que se desarrollan de forma pausada está claro que esta no es película para tí.