No le engaño querido lector, esta es la critica que haré con menos ganas del mundo, pero me da lo mismo. Santiago Fina y Segura tampoco le puso muchas ganas cuando rodó esta pretendidamente simpática cinta.

No pague por ver esta vulgar comedieta con algunos gags efectivos, como diría un Carlos Bollerías, sino que fui invitado al preestreno, como corresponde a una persona de mi categoria imperial, como Carlos I o Felipe el Segundón.


Me aburro escribiendo sobre este film, haga una cosa lector, como en aquellos libros de elige tu propia aventura, elija usted como acabar la crítica, si partido de risa en su sillón mientras su esposa le riñe por no bajar la tapa de bater o tirándose a su amante búlgara mientras su esposa se va de compras con su hermana y le ponen a caer de un burro,


En fin, que no paguen por esta cosa, hay cosas mejores que hacer como por ejemplo, votar a Rajoy