Thriller mezclado con western dirigido por el español Gonzalo López-Gallego, que ya dirigió “Apollo 18” o “Open Grave” y que se ha estrenado en España en el mes de abril en el mercado doméstico después de dos años, protagonizada por Patrick Wilson (“Expediente Warren”, “Insidious”) y por Ian McShane (“Deadwood”), realizando una película que va a trompicones, entre un buen e interesante western criminal y una historia con un guion flojo que te hace preguntarte si de verdad ha merecido la pena ver la película. La verdad que la película no empieza mal, con un aroma a western actual y con un Patrick Wilson y McShane que siempre es bueno tenerlos en pantalla, con una historia criminal de los cárteles interesante y más cuando le sucede “eso” al personaje que interpreta Patrick Wilson, siendo una escena gore bastante bien hecha, pero que a partir de ahí la película no termina de despegar, son de estas películas que te entretienen principalmente por sus actores, pero que le falta chicha, le falta acción y le falta haber contado una historia potente durante todo el metraje, ya que al final esa “justicia por su cuenta” que se pega Patrick Wilson, es bastante rudimentario, con un villano simplón, un final decente pero poco destacable y un guion que deambula entre la incoherencia narrativa y la falta de recursos que necesita este tipo de género. Haciendo que sea una película de estas típicas para ver una tarde que no tengas nada mejor que ver y entre medias estés chateando con tus amigos por el móvil, porque aunque por lo menos entretiene, sus escasas escenas de acción son algo violentas y se agradecen y que los protagonistas intenten sacar mejor partido a su guion, es una película olvidable a los pocos días, debido a una historia que va bajando en cuanto a emoción, haciendo que todo lo que veas te resulte rudimentario, sin ganas de ofrecer algo nuevo.