Parece ser que la oscuridad casi total que rodea a esta película atrapó a Brad Anderson y a su guión. Debió ser literalmente engullido por el vacío mas profundo. Digo esto porque después de ver su obra, es la impresión que me queda.
Una oscuridad se va apoderando poco a poco de la civilización, y todo el mundo empieza a desaparecer. Esa es la premisa de la historia. Pero es que no hay mucho más, que viene a ser el principal problema. Leguizamo hace lo que puede en un papel muy flojito, y lo mismo digo para Thandie Newton y Hayden Christensen, el principal protagonista. Y no es que el chico no ponga empeño no, es que Brad Anderson poco lucimiento le deja.
La falta total de explicaciones para atormentarnos con escenas pretendidamente tensas de desapariciones, y entes oscuros (a lo Ghost cuando se llevan a los impuros de corazón, léase malvados, me lo recordó totalmente) que intentar llevarse a cualquiera a su paso, es realmente toda la película.
La película se reduce a una lucha por la supervivencia y la búsqueda de la luz (literalmente hablando) para mantenerse alejado de la oscuridad que todo lo engulle. El final tira por tierra gran parte del proyecto por lo absurdo y lo acelerado. Tendrían prisa.

No merece la pena comentar mucho más, de una cinta que pasará sin pena ni gloria y como mucho, puede hacer pasar un rato entretenido. Pero en mi modesta opinión, para proyectos como éste que se ahorren los royalties y se devanen el seso para ofrecer algo de más calidad.