La guionista japonesa Mari Okada debuta en la dirección de largometrajes con este anime con guion propio que tiene un inicio interesante, pero que poco a poco se va diluyendo llegando a un tercio final que está alargado en exceso y que es bastante confusa. La película se presentó en el pasado festival de cine de Annecy, el escenario más prestigioso para el cine de animación, y está entre las 25 precandidatas al premio Óscar 2019 en la categoría de largometraje de animación.
La protagonista es una niña que da título a la película que pertenece a la raza Lorph, que no envejecen y viven alejados del resto del mundo tejiendo los Hibiol, una tela especial y muy apreciada. Su madre Lady Racine tiene una edad cercana a 400 años, y un día aparecen unos hombres cubiertos de armaduras acompañados de dragones que amenazan el reino en donde vive la protagonista.

Lo que hasta ese momento era una interesante historia familiar que se desarrolla a un ritmo pausado se transforma en una historia que mezcla el drama con las aventuras, en donde aparecen personajes nuevos destacando el de Ariel, ese bebé que se encuentra Maquia y que cría como si fuera su hijo. Entonces es cuando se pondrá de manifiesto el envejecimiento de la población en contraposición con la protagonista, proveniente de una raza en donde para ellos no pasan los años. Pero la película tiene varios problemas en ese tercio final, ya que aparecen tramas paralelas que parece están metidas con calzador, y el desenlace se va alargando de manear innecesaria. Pero merece la pena disfrutar de esta película de animación para adultos por la calidad técnica y visual del proyecto y por la música de calidad compuesta por Kenji Kawai.
Una película fácil de recomendar a los incondicionales de los animes porque tiene los elementos comunes a otras películas del género.

LO MEJOR: La música.
LO PEOR: El tercio final es bastante confuso y se alarga en exceso.

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