Primera película que veo del director fetiche de Quentin Tarantino. El realizador de "The Wild Bunch" y "Pat Garrett and Billy the Kid", entre otras, muestra claramente su sello personal en esta película, tanto en la forma como en el contenido. El film posee un ritmo mucho más tranquilo y sosegado de lo que su propio título sugiere, realzando así las escenas clave en las que balas, sangre y moscas abundan por doquier. No obstante, considero que el grueso de la película reside en el viaje por carretera que lleva acabo el personaje principal con su compañera, y su correspondiente historia de amor entre ambos. Es este último factor el detonante del desenlace final del film, lo que lleva al personaje interpretado por Warren Oates a actuar de tal forma en la parte final del largometraje.

Como conclusión, me quedo con dos cosas: Primero, la gran ambientación durante toda la película, recreando un entorno sucio, maloliente y desolador; y segundo, las escenas de tensión acumulada que acaban por explosionar violenta y rápidamente. Un trabajo excelente por parte del equipo.