Con la bastante potable "Training day" aún calentita en mi recuerdo me disponía, a priori, a disfrutar de nuevo de Denzel y Ethan Hawke, pero lo que me encuentro es una película sin relieve, plana como la maratón de Berlín, más superficial imposible.

Es una película que trata de violencia, es decir, de nada, asomando en su final una pizca de "venganza" como queriendo sorprender al personal. No busquen nada más. No hay si quiera una historia paralela de relieve en alguno de sus personajes y los diálogos son del todo a 100.
De épica solo hay música.
El papel de Ethan Hawke, algo más definido, acaba en la papelera, y me llevan los demonios cómo se puede desaprovechar de esa manera a Denzel.

Da la impresión de que Fuqua sabía que tenía entre manos una película taquillera y que no ha querido esforzarse más de la cuenta.
NOTA: 5, pasable...por Telemadrid en las largas tardes de los próximos 50 veranos.