Película raruna raruna ésta que nos ocupa. Zeros and Ones ya es incomprensible desde el propio título. ¿A qué se refiere?¿Un código binario que se me escapó entre cabezada y cabezada?¿Una alegoría hacia los vivos y muertos de una guerra que no me percaté ya que igual se dicen diez palabras en toda la película?¿Una muestra más de lo artístico que es Abel Ferrara y que sólo entiende él? Puede ser. No me escondo, Zeros and Ones no me gustó nada, y aunque la premisa es bastante interesante a priori se entiende (paradojicamente) que de la trama no se va a entender nada. Y esto es algo totalmente intencionado, pues cuando la película comienza la historia ya va por la mitad. Ha habido un atentado terrorista que ha volado al Vaticano por los aires y un soldado interpretado por Ethan Hawke debe investigar la rama yihadista que lo ha perpetrado todo en un ambiente de pandémia que nos sonará bastante.

Viendo la sinopsis parece una película apetecible ¿no?, pero la narrativa se va por unos derroteros bastante peculiares, un señor yendo de aquí para allá pasándose información con otra gente de la que no sabemos ni sabremos nada. Hay cierta pasión para que el espectador se esté preguntando qué demonios pasa durante todo el metraje y deliberadamente no darle ninguna respuesta más allá de unir débiles puntos aquí y allá rodeados de una marea de confusión. Es un tipo de cine perfectamente válido pero que yo no quiero consumir salvo excepciones muy contadas, ya no hablemos cuando me meto en la sala de cine sin tener ni idea de a qué me voy a enfrentar.

No ayuda tampoco que la película esté grabada con lo que yo diría que es un teléfono móvil de hace diez años y por supuesto cogida a pulso. A efectos prácticos sería como ver el video casero del cumpleaños de tu hermana en una pantalla de cine. Planos desenfocados, oscuros, con un bamboleo constante y, algo que se repite siempre, muy cerca del objetivo. ¿Por qué estos planos tienen que estar tan cerca del plano? No se cuantas escenas hay en la película de Hawke guardando cosas y que sólo puedas ver un trozo de manga moverse y con eso reunir toda la información de la escena. Es desesperante. La historia da para lo que da, no por nada la película dura 80 minutos de los cuales la gran mayoría son escenas con poca sustancia y rellenas de largos silencios. Es casi como si la película estuviera haciendo tiempo para los últimos 20 minutos que la cosa se anima un poco, pero tampoco pienses que mejora mucho más.

Hablando de Ethan Hawke, no se le puede decir nada al chaval, el tío siempre pone todo de su parte y en esta ocasión no ha sido diferente. Además interpreta el papel de dos gemelos, cada uno diametralmente distinto. Lo que sí que tiene esta película totalmente original es que antes de que la película comience ponen un video casero de Hawke grabándose a si mismo hablando un poco sobre el director, algo a los que estamos acostumbrados a ir a festivales de cine encontramos algo bastante común, no lo es tanto cuando la película está ya en pases comerciales. Pero lo que JAMÁS había visto antes es que una vez finalizada la cinta vuelve a aparecer Hawke en el mismo lugar pero un tiempo más tarde (se nota por llevar el pelo más largo) y te explica lo que él ha entendido de la película. ¿Lo pilláis? ¡Ni el actor protagonista sabía lo que estaba pasando! Únicamente por eso Zeros and Ones se levanta como la espuma a la altura de poner sus testiculazos encima de la mesa y se ríe en tu cara. Pocas veces me la habían colado a tal escala. Mis respetos Abel Ferrara, vuelve usted a ganar.