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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
5
Thriller. Drama. Comedia Abandonado a los 12 años, Ricky (Mario Casas) ha sobrevivido en la calle junto a prostitutas, chulos y yonkis. Ahora, con 23 años y ante la inminente salida de la cárcel de su madre, Pura (Ángela Molina), Ricky decide poner en marcha un club de alterne, el Hiroshima Club. Un puticlub como regalo, donde ella pueda ser la regente y dejar su pasado como prostituta. Ricky se enfrenta al pasado de una madre que le dejó tirado años atrás, ... [+]
31 de mayo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Queda lejano en el recuerdo el cortometraje Carne de neón, y aun así no hay que tener demasiada memoria para admitir que la historia, en su salto al largometraje, conserva la estética y sobre todo la particular ética de sus personajes. Viendo las escasas cifras de taquilla que obtuvo a principios de año, los responsables del film tendrán que admitir otro dato: Carne de neón, una película que aspiraba a ser un producto comercial, no acabó de cuajar, y puede que no lo hiciese porque los fans del cine español más burdo la interpretaron como 'una de mafiosos' y los seguidores del cine negro más patillero la vieron como otra 'españolada' del montón. Ni unos ni otros se llevan el gato al agua: Carne de neón es una mezcla de ambas tendencias, y lo curioso es que se excede en la nómina de chistes sucios y también tiene la manga ancha a la hora de crear escenas de acción y sangre hiperbólica.

La película viene a ser una Pulp Fiction ibérica para públicos poco o nada exigentes; y aunque uno siempre está pensando mientras la visiona que todo podría contarse de otra manera, es innegable que en este pozo de roña hay un resquicio de talento. Aún hay tiempo para que el director Paco Cabezas decida si quiere seguir la senda de Álex de la Iglesia o la de Santiago Segura, lo mismo que sucede con otros talentos de chatarrería como los de Ramón Salazar y Javier Rebollo. Mientras, la película coge un poco de Almodóvar y otro tanto de Chuck Norris con total descaro. No es una película buena y no será esta crítica quien la reivindique. Pero sí hay que evidenciar en voz alta que esa sección de nuestro cine que reniega de las 'torrentadas' dejaron sin nominación al Goya a dos secundarios de oro: Vicente Romero y Ángela Molina. Lo justo y necesario para que uno se olvide del fantástico torso y el pésimo talento de Mario Casas. Carne de neón ha pagado con creces la penitencia de su doble naturaleza. Pero no se olviden de ella: no cuesta imaginar al 'Ricky', la 'Pura', la 'Canija', el 'Niño' o la 'Infantita' como símbolos 'chaboleros' de una historia que da para otras tantas películas e incluso para una serie de televisión.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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