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Voto de John Dunbar:
2
Comedia. Drama En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible ... [+]
14 de agosto de 2012
108 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien, para empezar tengo que decir que soy consciente de que hablar mal de ésta película es ir contracorriente. Sé que le gusta, o le encanta incluso, a mucha gente. Pero mi visión sobre la misma no es tan bonita.
Sí... es muy emotiva, muy alegre en su primera parte, el niño que es enternecedor, la conquista de la dama superando adversidades y encima con final dramático. Tiene tooodos los ingredientes necesarios para emocionar y conquistar el corazón de mucha gente.
Ahora la parte realista; cuando uno hace un guión, aunque éste sea ficticio, si tiene un trasfondo histórico debe respetarlo, cosa que no sucede aquí. ¿Por qué?, muy simple: trata a los nazis como auténticos imbéciles y por ende al espectador. Los nazis eran muchas cosas pero de tontos no tenían un pelo.
Lo hace primero a la llegada a la estación cuando separan a hombres, mujeres y niños y el niño le pregunta al padre que dónde se los llevan y éste le cuenta la primera milonga. Recuerdo que pasan por delante de un oficial y como si tal cosa siguen adelante en la fila. No pasa nada... se llevan a todos los demás pero a ti no porque eres especial.
Pero el verdadero ejemplo del trato infravalorado que se le da a los nazis, es cuando vemos que el niño consigue evadir la seguridad del campo y campar a sus anchas por él en busca del padre. Lo cruza dos veces, habla con el padre y no lo ve nadie. Pues ya tiene mérito para la inocencia del niño.
Por otra parte el señor Benigni no debe estar muy documentado de cómo eran realmente los campos de concentración. Si bien es cierto que no parece un hotel de cinco estrellas, tampoco lo primero. Eran mucho más destructivos e inhumanos que lo que nos muestran aquí. Dejémoslo en la impresión de un campo de trabajos forzados.

Hasta aquí en lo que se refiere al trasfondo histórico. Ahora me meteré con la trama ficticia. Si la segunda parte de la película fuera extrapolable a la realidad, alguien se puede creer que a un niño de unos cuatro años le vayas a tener engañado con el dichoso tanque más de 2 ó 3 horas. Pasado ese tiempo va a empezar a llorar porque quiere ver a su madre, comer en condiciones cuando le empiece a picar el hambre e irse a su casa. ¿El tanque?, lo manda a la mierda a las primeras de cambio junto con su padre si se sigue poniendo pesado. Pero no... en lugar de actuar con pura lógica y ser objetivo, es mejor que al niño le contemos que hay que estar callado y escondido y hacer caso a esos señores con uniforme porque así con 1.000 puntos nos darán un tanque.
Hijo... tú no te preocupes por el hambre, por no ver a tu madre, por no volver a casa, por no saber quién es toda esta gente que está con nosotros, por tener que dormir casi unos encima de otros, ni siquiera lo hagas por no saber el tiempo que estaremos aquí. Tú tan sólo piensa en el tanque. Concéntrate en él aunque nos tiremos aquí hasta que te salga barba.
Pregunto: ¿de verdad alguien se puede creer toda esta historia?. Es ficción sí, pero la ficción tiene que ser realista; a uno le tienen que hacer creerse lo que le están contando, si no vale cualquier cosa.
Al hilo de esto tengo que decir que en el making off de la película el propio Benigni cuenta como anécdota que al comienzo del rodaje cuando apenas llevaban 3 horas, el niño (cansado) preguntaba si ya habían acabado porque asociaba que como las proyecciones duran más o menos 2 horas pues el rodaje también. Y se reía de su inocencia porque el pobre no sabía que los rodajes duran entre 2 y 3 meses. Pues si esto es la realidad, como todos sabemos que es, en la ficción no tiene porque ser distinto.
Luego que encima le hayan dado el oscar (además de otros premios) al mejor actor a Roberto Benigni por hacer de sí mismo tiene tela también.

Lo más destacable de la película, pero como de aquí a la Luna, y esto quiero dejarlo bien claro, es la maravillosa música de Nicola Piovani quien ya hubiera dejado muestras de su arte con la música por ejemplo de "La teta y la luna" de Bigas Luna. Sin ella creo que incluso la gente que está enamorada de éste bluff no lo estaría tanto. Aquí sí que está de sobra justificado el oscar.
John Dunbar
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