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Voto de John Dunbar:
8
Fantástico. Acción. Comedia. Ciencia ficción Peter Parker (Tom Holland) comienza a experimentar su recién descubierta identidad como el superhéroe Spider-Man. Después de la experiencia vivida con los Vengadores, Peter regresa a casa, donde vive con su tía (Marisa Tomei). Bajo la atenta mirada de su mentor Tony Stark (Robert Downey Jr.), Peter intenta mantener una vida normal como cualquier joven de su edad, pero interrumpe en su rutina diaria el nuevo villano Vulture (Michael ... [+]
7 de diciembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este nuevo reboot de Spider-Man o spin-off de Vengadores, o lo que quiera que sea o quiera entenderse de esa industria que no cesa llamada Marvel, nos encontramos ante el Spider-Man más imberbe tras Tobey Maguire y Andrew Garfield, sensación que se trasmite no solo por fuera. Con el actor Tom Holland parece que estuviéramos ante un joven cadete recién salido de la academia de superhéroes, cuyo padrino, un tal Iron Man, supervisa cada paso que da. La autonomía del novato es escasa y sus errores de juventud evidentes, algo que contrasta con el enfoque dado en los anteriores Spider-Man; el protagonismo sigue siendo para él, además del enemigo en cuestión, de lo contrario el título sería distinto. Sin embargo, se aprecia en algunos momentos al joven Peter Parker supeditado a las directrices de Tony Stark, en cierta manera, enredado en la enorme tela de araña que suponen los Vengadores. La cuenta corriente de Robert Downey Jr. ha engordado en unos cuantos millones por apenas unos pocos minutos de aparición (más de diez frente a ocho, según las malas lenguas bastante fiables en esta ocasión) y su aportación, no siendo crucial en el devenir físico de la historia, sí lo es en el emocional con su influencia sobre el mencionado Parker, enfocado en la primera mitad aún como un pipiolo al que le faltan todavía muchas batallas por lidiar para convertirse en alguien a la altura del uniforme y hacerse valedor de la frase 'un gran poder conlleva una gran responsabilidad', algo que aprenderá en el transcurso de esta nueva incursión del 'hombre araña'. Es curioso que el elegido para apadrinar y conducir por el camino correcto a Peter Parker sea Tony Stark, desprendido aquí de su álter ego Iron Man para el combate, por más que parte de la promoción lo haya incluido en el equipo de lucha como estrategia de marketing, y, con mucho, el más díscolo e irreverente de todos cuantos superhéroes (siempre y cuando no tengamos en cuenta la desvergüenza medio esquizofrénica de 'Deadpool', ni a los miembros psicópatas del 'Escuadrón suicida') hayan sido dados a conocer por cualquiera de las factorías.

Luego, en lo que se refiere en exclusiva a esta aventura, no pueden negarse ni el espectáculo ni el entretenimiento. El rol de Michael Keaton como Vulture, que no hay que olvidar que fuera el primer Batman cinematográfico, roba parte del protagonismo de su némesis, mejor dicho, el némesis roba parte del interés que pueda desvelar el protagonista, lo cual, no es malo, siempre atendiendo al principio fundamental de que un gran villano engrandece a un héroe. Esta norma no escrita se cumple fielmente y Vulture le ocasionará muchas pesadillas al todavía inexperto Spider-Man. Lo cierto, es que de esa inexperiencia pecan tanto el uno como el otro y veremos a un malo haciéndose también a sí mismo, que se gusta en el nuevo rol descubierto. Por tanto, todo huele a nuevo, a celofán recién quitado sobre un personaje archiconocido, a nuevas experiencias, nuevos descubrimientos, nuevos retos. Un nuevo arranque, en definitiva, que se desprenda como parte de un todo más grande.
La inmadurez que emana de los personajes, en especial, los que están en el bando correcto, lo reviste de una ligera ingenuidad adolescente, que no hace si no afirmar el carácter primigenio que se quiere imponer al personaje en favor de proyectar una nueva franquicia paralela con un nuevo actor que la represente. Habrá que ver hasta dónde llegan esas más que posibles intenciones de regeneración, porque interés, chispa y recursos no parece que le vayan a faltar. En cualquier caso, y por seguir una línea continuista, el siguiente paso en su nueva evolución personal supondría encontrarnos con un Spider-Man más volando libre que en busca de la canonización de sus mayores. Algo que no sé si será más refrescante, pero sí menos dependiente.
John Dunbar
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