Película dirigida por Jonás Trueba compartiendo el guión con Itsaso Arana que también encarna el papel protagonista. A Eva, en plena crisis de identidad y de propósito en la vida, la acoge su ciudad, Madrid, durante el tórrido agosto. La pregunta por la identidad no es sólo interrogar quién se es, sino qué y cómo debemos ser, cuál es el sentido del juego de la vida y cómo podemos dar sentido a nuestras acciones. La ciudad le oferta una pluralidad de anclajes para su búsqueda. Raíces ancestrales ibéricas, relaciones de amistad y amor ya exploradas, tradiciones culturales y religiosas que proveen de contextos de estabilidad milenaria a la angustiosa búsqueda se despliegan en la deriva estival de Eva. Sin embargo, Eva realiza un ejercicio de definición de una identidad moderna en la que un individualismo radical ha perdido todo apoyo en las creencias y arquetipos derivados que pudieran generarla. Pierde seguridad pero gana en libertad. Se decanta por la autonomía de sus decisiones aceptando el vértigo de la subjetividad sin garantía alguna contra nuevas caídas en la dependencia de otros contextos que pretenden dar una identidad estable. El texto del profesor Carlos Thiebaut, Historia del nombrar, es excelente continuador de la reflexión abierta por la película.