"Porque la luz no se puede tapar con oscuridad..."

Muchos dirán que hoy les da por ir de progres, mañana de clasicistas 'new age', pasado que si experimentales... La verdad es que son aspectos que me la traen muy floja, gente como Sofia Coppola son de los poquitos realizadores capaces hoy en día de ofrecer un espectáculo algo diferente de lo que estamos acostumbrados, de conseguir ese efecto sorpresa que desgraciadamente el cine 'mainstream' actual y la taquilla se están encargando de dilapidar.

Un guión soldado en el encanto de la naturalidad, de aunar lo simple y lo mundano a través de penetrar en la complejidad de los sentimientos escondidos en una maraña de emociones que nos tocan siempre que nos dejemos llevar por la misteriosa fuerza del relato. No obstante, sí que echo en cara lo cojas que quedan ciertas explicaciones de su desarrollo (spoilerazo) que acaban afectando en cierto modo a que el resultado final sea algo menos estimable de lo que parecía que iba a resultar.

Eso sí, que le quiten lo bailao a la Coppola en su ópera prima. Cine sensitivo, de atmósfera envolvente y ensoñecedora, más propicio a aglutinar la suma de pequeños detalles diluidos a lo largo de la narración que a explotar la intensidad de la trama. Una experiencia hipnótica, cercana a lo irreal y más cerca de la pesadilla que del paraíso.
Y es que Kirsten Dunst jamás volverá a salir tan bellísima en toda su vida. Y desafortunadamente el Hartnett sí igual de emporrado.

·LO MEJOR: Su sugerencia y envolvimiento.

·LO PEOR: Cambios de actitud demasiado precipitados en ciertos personajes.