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Voto de Frey Girl:
10
6,7
64.784
Fantástico. Aventuras. Acción
"El Hobbit: La Desolación de Smaug" continua la aventura de Bilbo Bolsón en su viaje con el mago Gandalf y trece enanos liderados por Thorin Escudo de Roble en una búsqueda épica para reclamar el reino enano de Erebor. En su camino toparán con multitud de peligros y harán frente al temible dragón Smaug. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2013
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras un año más de espera, ha llegado por fin la continuación de Un viaje inesperado. Si la primera podía pecar de lenta, esta es todo lo contrario, ofreciendo 2 horas y 45 minutos de un espectáculo que pasa en un santiamén.
Personalmente, lo pasé mal. Pero mal de verdad. No hay un instante de respiro en esta película, e incluso en los pasajes que se antojan más "tranquilos" los sucesos vienen y vienen y nunca se estanca. Sinceramente, y le pese a quien le pese, es una de las mejores películas de aventuras de la última década.
Las actuaciones siguen en la línea de la anterior, aunque en esta ocasión se ahonda más en las personalidades, permitiendo que actores como Martin Freeman (Bilbo) o Richard Armitage (Thorin) se superen a sí mismos. Incluso se permite que algunos secundarios brillen con luz propia. Aunque ninguno tanto como Smaug el Terrible, el dragón más creíble, profundo, carismático y gigantesco que ha ofrecido la historia del cine.
Lo único que eché en falta fue la interacción con Beorn (en el libro es mucho más "amigable", y es muy curiosa la manera en la que llegan hasta él, de dos en dos). Supongo que han recortado esa parte en beneficio de sumergirse directamente en el frenetismo de la aventura.
Peter Jackson, cabronazo, lo has vuelto a lograr.
Personalmente, lo pasé mal. Pero mal de verdad. No hay un instante de respiro en esta película, e incluso en los pasajes que se antojan más "tranquilos" los sucesos vienen y vienen y nunca se estanca. Sinceramente, y le pese a quien le pese, es una de las mejores películas de aventuras de la última década.
Las actuaciones siguen en la línea de la anterior, aunque en esta ocasión se ahonda más en las personalidades, permitiendo que actores como Martin Freeman (Bilbo) o Richard Armitage (Thorin) se superen a sí mismos. Incluso se permite que algunos secundarios brillen con luz propia. Aunque ninguno tanto como Smaug el Terrible, el dragón más creíble, profundo, carismático y gigantesco que ha ofrecido la historia del cine.
Lo único que eché en falta fue la interacción con Beorn (en el libro es mucho más "amigable", y es muy curiosa la manera en la que llegan hasta él, de dos en dos). Supongo que han recortado esa parte en beneficio de sumergirse directamente en el frenetismo de la aventura.
Peter Jackson, cabronazo, lo has vuelto a lograr.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Ahora sí, las 10 razones por las que vale la pena ver (y repetir varias veces) esta maravilla:
1) El Bosque Negro y las arañas: el Bosque Negro es sencillamente aterrador, oscuro, enfermo y claustrofóbico. Respecto a las arañas, los aracnofóbicos lo pasarán mal. Salvo detalles, es uno de los capítulos mejor adaptados.
2) Los elfos silvanos: se trata de guerreros acérrimos y bastante desinteresados de todo lo que sucede tras sus fronteras. Con esto han conseguido que la raza de los elfos esté también teñida de grises. El plan de huida de Bilbo se desarrolla prácticamente igual que en el libro.
3) Gandalf en Dol Guldur: Es un lujo que se nos permita ver qué exactamente estaba haciendo nuestro mago al abandonar a Thorin. En el libro es un "vale, hasta luego" y desaparece sin explicaciones. Aquí Jackson tira de los Apéndices de forma totalmente justificada para dar pie a lo que viene siendo El Concilio Blanco y además formar una conexión con ESDLA.
4) El descenso del río en los barriles: una de las escenas que más ganas tenía de ver, y que ha sido más y mejor de lo que esperaba. Más frenética incluso, siendo como son perseguidos por orcos y elfos.
5) La Ciudad del Lago: aunque la llegada de los enanos a Esgaroth es diferente, opino que se ha hecho un buen trabajo retratando visualmente la ciudad, una especie de Venecia de la Tierra Media. Eso sí, decadente, donde los trapicheos y la corrupción anidan en cada rincón.
6) Nuevos personajes: algunos son viejos conocidos como Legolas (Orlando Bloom). Para los que les gustaban las piruetas y fumadas del amigo en la trilogía original, aquí no quedarán decepcionados. Respecto a las novedades, me quedo con la elfa Tauriel (Evangeline Lilly) y Bardo el Arquero (Luke Evans).
7) Bilbo y Smaug: solo por ver a Smaug por fin vivo en la pantalla grande ya vale la pena lo que haya costado la entrada. Smaug hace honor a su título de Gran Calamidad, siendo el más terrorífico dragón que el cine ha visto en su historia. No solo eso sino el más carismático también. El encuentro entre Bilbo y Smaug es muy parecido a como fuera en el libro (salvo que se quita el Anillo demasiado pronto, vaya). Hasta se permiten calcar pasajes de los diálogos (me emocionó cuando mencionaron lo de "el Jinete de Barriles"). Smaug es sofisticado, listo y colérico al mismo tiempo. El plan de Thorin para expulsarlo de Erebor se lo han sacado totalmente de la manga, pero demuestra un conocimiento de los enanos de su propio reino que se me ha hecho simpático.
8) Desarrollo de los personajes protagonistas: en especial resaltar un suceso "anecdótico" que permite ahondar en tres de los enanos principales: ésa escapada frenética en barriles que acaba con el joven Kili herido en una pierna por una flecha de Mórgul. Con ése simple detalle consiguen denotar que Thorin empieza a estar sediento y enfermo del oro como lo estuviera su abuelo Thrór, ya que insiste en que Kili se quede en Esgaroth; no porque se preocupe por él, sino porque "le da igual si es familia o no, nadie entorpecerá su misión". Y ahí también nos permiten ver que Fili (Dean O'gorman), aunque está destinado a ser Rey algún día, prefiere dar la espalda a su tío y quedarse a cuidar de su hermano. Además, por fin alguien que sale herido después de tanta cabriola.
También, por supuesto, destacar a Bilbo y la antesala de la posesión que el Anillo ejerce sobre él. Ése momento en el Bosque Negro, cuando acuchilla a una araña "bebé" (creo) porque se ha acercado al Anillo, y después se da cuenta de lo que ha hecho y cómo, te permite ver la corrupción que el arma de Sauron es capaz de llevar sobre alguien tan benévolo como el señor Bolsón.
9) Guiños a la trilogía original: a destacar la referencia a Gimli, con Legolas comentando "¿qué es este engendro medio orco?" ante el retrato de familia que carga Glóin.
10) El cliffhanger del final, que hará saltar de la butaca a más de uno
1) El Bosque Negro y las arañas: el Bosque Negro es sencillamente aterrador, oscuro, enfermo y claustrofóbico. Respecto a las arañas, los aracnofóbicos lo pasarán mal. Salvo detalles, es uno de los capítulos mejor adaptados.
2) Los elfos silvanos: se trata de guerreros acérrimos y bastante desinteresados de todo lo que sucede tras sus fronteras. Con esto han conseguido que la raza de los elfos esté también teñida de grises. El plan de huida de Bilbo se desarrolla prácticamente igual que en el libro.
3) Gandalf en Dol Guldur: Es un lujo que se nos permita ver qué exactamente estaba haciendo nuestro mago al abandonar a Thorin. En el libro es un "vale, hasta luego" y desaparece sin explicaciones. Aquí Jackson tira de los Apéndices de forma totalmente justificada para dar pie a lo que viene siendo El Concilio Blanco y además formar una conexión con ESDLA.
4) El descenso del río en los barriles: una de las escenas que más ganas tenía de ver, y que ha sido más y mejor de lo que esperaba. Más frenética incluso, siendo como son perseguidos por orcos y elfos.
5) La Ciudad del Lago: aunque la llegada de los enanos a Esgaroth es diferente, opino que se ha hecho un buen trabajo retratando visualmente la ciudad, una especie de Venecia de la Tierra Media. Eso sí, decadente, donde los trapicheos y la corrupción anidan en cada rincón.
6) Nuevos personajes: algunos son viejos conocidos como Legolas (Orlando Bloom). Para los que les gustaban las piruetas y fumadas del amigo en la trilogía original, aquí no quedarán decepcionados. Respecto a las novedades, me quedo con la elfa Tauriel (Evangeline Lilly) y Bardo el Arquero (Luke Evans).
7) Bilbo y Smaug: solo por ver a Smaug por fin vivo en la pantalla grande ya vale la pena lo que haya costado la entrada. Smaug hace honor a su título de Gran Calamidad, siendo el más terrorífico dragón que el cine ha visto en su historia. No solo eso sino el más carismático también. El encuentro entre Bilbo y Smaug es muy parecido a como fuera en el libro (salvo que se quita el Anillo demasiado pronto, vaya). Hasta se permiten calcar pasajes de los diálogos (me emocionó cuando mencionaron lo de "el Jinete de Barriles"). Smaug es sofisticado, listo y colérico al mismo tiempo. El plan de Thorin para expulsarlo de Erebor se lo han sacado totalmente de la manga, pero demuestra un conocimiento de los enanos de su propio reino que se me ha hecho simpático.
8) Desarrollo de los personajes protagonistas: en especial resaltar un suceso "anecdótico" que permite ahondar en tres de los enanos principales: ésa escapada frenética en barriles que acaba con el joven Kili herido en una pierna por una flecha de Mórgul. Con ése simple detalle consiguen denotar que Thorin empieza a estar sediento y enfermo del oro como lo estuviera su abuelo Thrór, ya que insiste en que Kili se quede en Esgaroth; no porque se preocupe por él, sino porque "le da igual si es familia o no, nadie entorpecerá su misión". Y ahí también nos permiten ver que Fili (Dean O'gorman), aunque está destinado a ser Rey algún día, prefiere dar la espalda a su tío y quedarse a cuidar de su hermano. Además, por fin alguien que sale herido después de tanta cabriola.
También, por supuesto, destacar a Bilbo y la antesala de la posesión que el Anillo ejerce sobre él. Ése momento en el Bosque Negro, cuando acuchilla a una araña "bebé" (creo) porque se ha acercado al Anillo, y después se da cuenta de lo que ha hecho y cómo, te permite ver la corrupción que el arma de Sauron es capaz de llevar sobre alguien tan benévolo como el señor Bolsón.
9) Guiños a la trilogía original: a destacar la referencia a Gimli, con Legolas comentando "¿qué es este engendro medio orco?" ante el retrato de familia que carga Glóin.
10) El cliffhanger del final, que hará saltar de la butaca a más de uno