En 2015, fuimos testigos de la demostración de como un director de 70 años nos enseña como debe rodarse una película de acción con espíritu añejo, pero con la espectacularidad y fuerza de la actualidad. Bravo George Miller.

Con esta introducción lo digo claramente Mad Max Fury Road es un portento, es la definición de espectáculo que todo el fan del cine de acción de los 80 esperaba, sin concesiones, sin medias tintas, sin argumentos ni historias complejas, pero no por ello sin olvidar la emoción y el interés por los personajes, tampoco la esencia de la franquicia a la que pertenece con su mundo destruido y loco y ese bienvenido toque western que tan bien le sentó a las segunda entrega.

Si, se que muchos tildan al film de sencillo y parco en lo argumental, es así, pero como muchas otras grandes cintas del género de la acción y Ciencia ficción como Terminator, Indiana Jones, Jungla de Cristal, Depredador, Alien o en la propia saga en Mad Max 2, aunque la trama sea sencilla, si se dirige con arrojo, emoción y saber hacer tienes al público de tu parte, este es uno de esos casos y merece citarse como ejemplo de clásico del cine de acción desde ya.

Miller se destapa como el verdadero Mad de todo este universo con secuencias de acción epicas, espectaculares y totalmente demenciales rodadas artesanalmente, con efectos prácticos y cgi minimo y bien aprovechado, con una pericia de auténtico maestro, encuadres y planos perfectos, una planificación a la hora de ejecutar cada escena brillante, nunca pierdes la visión de las cosas que suceden. Además cada secuencia de acción no es algo aislado de la historia, no, es la propia historia, cada una es diferente y aporta algo que nos ayuda a descubrir más de cada personaje, no están situadas al azar, la narrativa de Fury Road es visual más que nada y por ello se le tilda de simple cuando es sutil tiene muchos detalles que dan empaque a todo el universo y personajes de forma fantástica, ejemplos los tenemos en la creación de esa sociedad religiosa con elementos vikingos, con todo el entorno postapocaliptico propio de la franquicia basado en el motor o el papel y evolución de la mujer en la historia.

A parte de una narrativa volcada en contar la historia a través de la acción, tenemos a unos estupendos personajes, empiezo por Mad Max, considerado por algunos como un pelele en manos de las mujeres que aparecen aquí, nada más lejos de la realidad, Max sigue siendo el protagonista, sólo que no es el personaje con más peso dramático en esta secuela, aquí más que nunca es ese hombre sin nombre que ayuda a los demas porque le obligan las circunstancias (recurso recurrente en toda la saga) pero que aquí se potencia a mejor por tres cosas, le vemos una implicación emocional con la causa que va a más conforme avanza el film, tiene más secuencias de acción donde mostrar su lado más agresivo y me parece perfecto ver por primera vez los efectos de su locura. Encima es realmente quien toma las decisiones que condicionan el desarrollo de la historia. Tom Hardy tiene presencia física e interpretativa suficiente para hacerme olvidar a Gibson como el guerrero de la carretera. Después esta la gran COprotagonista, con tanto interés como Max pero que se convierte en nuestra favorita por la enorme labor de la preciosa Charlize Theron, brillante heroína de acción Imperator Furiosa, es la gran sorpresa, porque da una emoción e intensidad no vista en las 3 entregas anteriores, se convierte en el motor de la trama, algo bienvenido por la hosca y seca presencia de Max. La relación entre ambos protagonistas tiene un tratamiento ejemplar, realmente te crees la evolución que tiene durante toda la película, la mirada final entre ambos es la prueba de ello. El resto del cast cumple francamente bien, destacando a Nicholas Hoult como Nux, quien tiene un personaje tan extraño como entrañable y con un gran desenlace, las mujeres de inmortan joe, como Rossie Huntington o Zoe Kravitz cada una bien interpretada y con una personalidad marcada y por último el villano Inmortan Joe que sólo con su presencia ya consigue ser amenazante y carismático.

A nivel artístico es una película fantástica, con una fotografía hermosa, nunca he visto noches como las de Fury Road, el diseño de personajes (Inmortan Joe o la misma Furiosa) vehículos y vestuario es formidable.
La bso de Junkie XL es pura adrenalina (brothers in arms es épico) y le va como un guante a todas las escenas, con esto se puede ensalzar el montaje de esta película, es perfecto).

En serio, una auténtica gozada de casi 2 horas(el metraje es el apropiado ni falta ni sobra) de las películas que más he disfrutado en un cine en toda mi vida, un espectáculo, de los buenos, con todas las letras.