Después de tres años de cárcel, Sutton Brady (Carey) regresa completamente rehabilitado a Broken Bow donde lo espera su novia Nancy (Hyer) y la herrería familiar.
Pero también lo aguardan las fuerzas vivas que no creen en su redención, así como su antigua la banda de malhechores con Butsh Cassidy (Evans) y Sundance Kid (Bishop) a la cabeza. Ya saben, "Dos hombres y un destino".
Y entre dos destinos deberá elegir Brady porque la vida se le va a complicar muy pronto.
No es demasiado frecuente en el western el tema de la redención. Aquí se plantea bastante bien a través de un guion solvente.
La realización presenta ya más lagunas con saltos y acciones poco creíbles, tal como el servicio de información de la banda o la presencia de un enigmático "amigo" de Brady, Charlie (Kennedy). Hay personajes curiosos, como el pajarero, entre los malhechores. Bastante bien desarrollados algunos y otros no tanto. Acción constante con bellas cabalgadas, buenos tiroteos y bravas peleas.
Excelente colorido para la época. Muy bien conseguido, como los paisajes, aunque abundan las escenas nocturnas.
Lo mejor sin duda lo proporciona la "sección femenina" que se harta de hacer siempre de florero. "Los hombres nos subestiman", "Y dicen que las mujeres no servimos para nada". Se resarcirán bien cuando llegue el momento.
Pero para ello hay que ver la cinta. Por eso, no se la pierdan.