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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Western. Aventuras Tras encontrar un paso estratégico a través de las Rocosas canadienses para la construcción del ferrocarril Canadian Pacific, Tom Andrews le comunica a su jefe su intención de dimitir para casarse con Cecille Gautier. A través de su novia, Tom averigua que un comerciante, que se siente amenazado por la llegada del ferrocarril, ha puesto en pie de guerra a los indios por cuyas tierras pasará el tren. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una voz en off nos explica al comienzo el planteamiento de la trama: la necesidad política de enlazar la Columbia británica con el resto del continente por medio del ferrocarril. Estamos por tanto ante un western ferroviario.
Contra lo que cabía pensar, incluso contra la lógica más elemental, una serie de personas se oponen al proyecto, cuando en el resto del mundo hay y ha habido bofetadas por llevar el tren a los propios territorios. Pero el Oeste es el Oeste y hay gente para todo.
En la cinta el ingeniero Tom Andrews (Scott) es también el encargado de combatir los sabotajes que plantea Dirk Rourke (Jory), un comerciante egoísta que ve peligrar sus negocios y quiere pinchar "el globo del ferrocarril" por todos los medios.
La cinta está rodada en bellos exteriores y está perfectamente ambientada, otra cosa es un cinecolor bastante deficiente, como el doblaje (al menos en la copia que hemos contemplado). Bien la música.
Trama muy elemental, como el guion y la realización. Personajes escasamente desarrollados, como el propio Tom que no parece tener las ideas muy claras, incluso alguno de ellos parece desaprovechado como ocurre con el Padre Lacombe (Hamilton) que, pensamos, podía haber dado mucho más de sí.
Los indios squash se presentan sin personalidad alguna, manipulables, simples como el mecanismo de un sonajero. Tampoco los obreros del ferrocarril parecen muy espabilados. Incluso el bueno de Dynamite Dawson (Naish), responsable de los explosivos, es incapaz de controlar los sucesivos robos de cartuchos.
Poco perfilado parece también el triángulo amoroso. Alrededor de Tom gira su novia Cecil Gautier (Olson) y la doctora Edith Cabot (Wyatt), empeñada esta última en resolver los problemas sin emplear la violencia ... cuando los violentos están imponiendo por las bravas su ley.
Mucho más interesante es el tratamiento de los aspectos sanitarios. Para empezar tenemos a una doctora, lo que ya es de por sí una gran novedad, "No me fío de los matasanos sin patillas". Acompañada del Dr. Mason (Rhodes), con su bata blanca es la responsable del vagón hospital y elabora las listas del material sanitario que se precisa en cada momento.
Los dos doctores se verán envueltos en una cuestión de ética profesional cuando decidan atender a uno de los indios heridos en el asalto al vagón hospital donde estaban refugiados. Tom zanjará la cuestión al invitarlos a atenderlo pero solo después de terminar con los defensores lesionados.
Su acción más importante tendrá lugar con motivo de una explosión provocada por los malvados que coge de lleno a Tom, al que provoca múltiples quemaduras y fracturas que obligan a trasladarlo al hospital en el vagón de la enfermería. Durante el trayecto veremos inyecciones, fonendoscopios e incluso una transfusión sanguínea brazo a brazo, con donante y receptor tendidos uno junto al otro. Aquí hay una pequeña licencia científica, pues hasta la primera década del siglo XX no se identificaron los grupos sanguíneos y por lo tanto es muy difícil que fueran compatibles. Hasta bien entrada la centuria no se verificarán este tipo de transfusiones.
En cualquier caso servirá para salvar la vida de Tom y, a partir de entonces, "la naturaleza será su medicina". Frase de la doctora Cabot que indica con claridad la vigencia que todavía entonces tenía la medicina humoralista, la medicina hipocrática (siglo V antes de Cristo). Esto es, que lo primordial para la curación de un paciente es su propia naturaleza, mucho más que la acción de los medicamentos o del propio médico, cuya función debe limitarse a ayudar al organismo enfermo a que por sí mismo recupere el equilibrio humoral.
Por lo demás se trata de una película distraída, de acción continua e interesante. La recomendamos.
Lafuente Estefanía
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