"La pistola más vieja del Oeste" es el título de la cinta que quiere rodar Max Barber (De Niro), un productor al que persigue por deudas el mafioso Reggie Fontaine (Freeman). Pero necesita una vieja gloria del western para despacharlo y cobrar la prima del seguro. Y ahí está el famoso Duke Montana (Lee Jones) en una residencia de ancianos.
Tres viejas glorias cabalgan de nuevo.
Y lo hacen con dignidad y solvencia, digan lo que digan. Y dejando algunas sonrisas que no están nada mal para tratarse de una comedia.
Dejemos a los grandes actores que hagan lo que les dé la gana con sus carreras. Para eso son suyas. Dejemos de rasgarnos las vestiduras porque nos decepcione su elección de guiones, directores o películas.
También en 1974 cuando se desarrolla la cinta, los divos de Hollywood entrados en años elegían lo que elegían.
Cuando no hay lomo de todo como.
Excelente la seriedad de Lee Jones con su personaje, cuando acepta su interpretación como cuando elije a la novel directora.
El cine dentro del cine siempre ha tenido su encanto. Como aquí la tienen las citas a William Holden en "El crepúsculo de los dioses", a Bogart en "Los violentos años 20" o a la persecución implacable en "Dos hombres y un destino". También nos ha traído algún aroma de "800 balas".
No está mal la cinta. No seamos tan pesimistas que se pasa un rato entretenido con estos viejos granujas.