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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Drama. Thriller. Western En la pequeña población de Spurline, dos hombres que trabajan para un ranchero manipulador y poderoso llamado Renchler, dueño de la hacienda Golden Empire, son acusados de haber matado a un hombre mexicano. El sheriff Sadler luchará contra muchos obstáculos en su decisión valerosa de encontrar a los asesinos e impartir justicia. (FILMAFFINITY)
3 de marzo de 2024
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Agosto de 1956. En Spurline, junto a la frontera mexicana, se alza el Golden Empire, un rancho con una extensión superior a la de cuatro o cinco naciones europeas.
Su dueño, Virgil Renchler (Welles), es pues "El primer hombre", quien manda sin escrúpulos y con "Sed de mal" a uno y otro lado de la frontera. Un hombre rico, acostumbrado a imponer siempre su voluntad pero que también guarda en su desván su trineo, patinete en este caso, como aquel "Ciudadano Kane" que malgastó su existencia acumulando vanamente tesoros.
Welles Empire.
Y sin embargo en este western tardío el verdadero protagonista es un modesto sheriff, Ben Sadler (Chanler), un hombre casado, tranquilo, que debe enfrentarse, no solo al gran cacique Renchler, sino a toda la población que lo teme y que lo apoya por los favores que le debe. Vamos, un hombre que se encuentra "Solo ante el peligro" una vez más.
Enorme la "Conspiración del silencio" que se levanta ante sus pesquisas. Y "Todo porque un simple bracero a muerto" de los 450 que trabajan en Golden Empire. "No se puede acusar a un ranchero, y menos si lo hace un simple bracero" mexicano.
Trama que aborda temas de la importancia del racismo, del control de la justicia por parte de los poderosos, pero sobre todo del "Silencio de los corderos" de una sociedad anestesiada y temerosa.
Gran guion y gran realización. Personajes profundos, nítidos, claros. Al menos los principales. Soberbios Wells y Chandler en sus interpretaciones. Desaprovechada Skippy (Miller), la hija del magnate, casi un florero que se salva un poco en la brillante escena de la gabardina.
Ritmo que poco a poco va in crescendo hasta desembocar en un final que desmerece un tanto el resto de la obra.
Excelente fotografía.
Cinta más que notable con algunas referencias cinematográficas wellesianas. No se la pierdan.
Lafuente Estefanía
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